La mecha se ha vuelto a encender entre Mercedes Milá y Mila Ximénez este fin de semana, después de que Jorge Javier Vázquez le preguntara a la expresentadora de Gran Hermano en su entrevista en Sábado Deluxe su opinión sobre la colaboradora de Sálvame un año después de su conflicto.

Mercedes dijo en Qué tiempo tan feliz que no quería que Mila ganara Supervivientes 2016 porque “está siempre de mal humor, todo lo que hace es quejarse, busca el apoyo de no se sabe quién… un aburrimiento que se lo pienso decir cuando salga”.

Este sábado la catalana criticó el trato que le dio Mila a Yola Berrocal, calificándolo de “deleznable”.

Jorge quiso defender a su colaboradora a costa de criticar a Yola y Mercedes insistió diciendo que no la aguanta, que no le gusta y que "tiene un rollo negativo y desagradable. A mí no me gusta, es obvio. Me resulta desagradable verla, es una chica que no me pone de buen humor. Siempre es una amargura".

Jorge siguió sin éxito tratando de superponer su ego al de Mercedes y demostrando una vez más que es pequeño a su lado, afirmando que la catalana estaba alimentando el conflicto y provocando que Mila le contestara el lunes. Lo cierto es que si el programa decide recuperar un tema viejo y ya olvidado para algunos para preguntarle a la presentadora de Convénceme su opinión actual, ella estaba en todo su derecho de decir qué piensa de la colaboradora de Sálvame. Y Mila, si ocupa un trabajo que la expone públicamente, debe estar dispuesta a recibir críticas en su mayoría justificadas y respetables.

Ante las palabras de Jorge, Mercedes afirmó “Pues que conteste. ¡Si vivís de eso!” mientras él revoloteaba como una paloma asustada tratando de no perder un nuevo asalto, en su eterno complejo hacia ella tras tomarle el relevo en GH.

Estaba escrito que Mila Ximénez no desaprovecharía este órdago para tener su momento de gloria en Sálvame este lunes. Cuando fue su turno, acusó a Mercedes de no ser ella la culpable de su mal rollo, sino de que es algo que ya lleva internamente. La llamó chunga, le recordó que tendría que haber pedido perdón por haber dicho que Supervivientes estaba estafando a la audiencia habiendo pactado que Mila ganara el reality y le dijo que se jorobe porque le molestó que llegara a la final.

También afirmó que Mercedes perdió la felicidad hace mucho tiempo, que se ocupa demasiado de ella, que su nivel ha bajado bastante y que si no la mencionaba en su entrevista a la gente le habría importado una mierda su paso por el Deluxe, argumentando que "No se ha hablado de otra cosa en la entrevista. Nadie se ha enterado de que hace usted en este momento, dónde trabaja y a qué se dedica. Su trabajo en este momento está en unos índices bajos, tiene que utilizar el conflicto para que la gente se haga eco de lo que usted comenta".

Mila también considera que la criticó para poner contra las cuerdas a Jorge porque según ella no supera ni le perdona al presentador que la hayan sacado por la puerta de atrás en Gran Hermano.

Además, dijo que no tiene agallas para enfrentarse a él y que se ha ido a lo fácil, que es atacarla a ella. "Organícese la vida porque la tiene bastante destruidita" concluyó.

Mila quiso reeditar aquel discurso de Jorge Javier contra Isabel Pantoja y afirmó saber por fuentes fiables de Zeppelin que Mercedes celebró con champagne desde la primera gala de GH17 que el reality tuviera menos audiencia que cuando lo presentaba ella. Algo que también sería ridículo ya que la propia Mercedes estuvo ese primer día, ya que fue su gran despedida, y estaba interesada en que tuviera un buen share.

La diferencia de categoría y profesionalidad entre Mercedes y Mila es que mientras la primera criticó su papel como colaboradora y la percepción que ella tiene de su actitud, la segunda atacó aspectos personales como su estado de ánimo, sabiendo que ha pasado una depresión en los últimos tiempos, su situación laboral, su actual programa, sus problemas legales con una casa en Menorca y añadió que es una señora rabiosa y que tiene amargura dentro.

También dijo hipócritcamente que no la iba a insultar, y no iba llamarle borde o desagradable como hizo ella. Lo cierto es que sus descalificativos fueron peores.

Demostró un ego irritable y una intolerancia a las críticas al acusarla de utilizarla para generar conflicto y que así se hable de ella, ya que Mercedes fue trending topic en Twitter durante toda la entrevista y dio mucho más juego hablando de Gran Hermano que de Mila, que se redujo a la parte final de su paso por el programa.

Sorprende que una persona como la colaboradora, que ha pasado malas rachas económicas importantes a lo largo de su vida, se vanaglorie de que Mercedes tenga un trabajo a su entender pequeño, que sin embargo no deja de ser presentar un programa en televisión para el grupo Mediaset, algo que a Mila le queda bastante lejos.