A pesar de que el cónclave de Vistalegre ha quedado atrás y con punto a favor para Pablo Iglesias y sus allegados, él todavía no puede olvidarse de sus riñas contra Íñigo Errejón, sobretodo por las declaraciones que este último estuvo soltando en televisión, antes de su último enfrentamiento.
Así lo demostró durante la tertulia que tuvo el pasado 5 de marzo, con algunos votantes de Podemos y que estuvo organizada por Jordi Évole en Salvados.
Iglesias mencionó la famosa entrevista entre Susanna Griso y Errejón para "Espejo Público", de Antena 3. Ahí, la periodista hablaba con su ex colaborador respecto al PSOE, y la postura que según él convenía adoptar. "¿Hay que ser dialogantes o hay que atacarlos?", fue la pregunta que le hizo ella y que desató todo el conflicto con Pablo Iglesias.
"Respetuosos y dialogantes", contestaba Íñigo, aunque no sin añadir de inmediato que las intenciones de Iglesias, como siempre, eran las de atacar.
El dirigente de Podemos no vaciló en calificar dicha conversación como "manipulación escandalosa", añadiendo que si bien existían diferencias entre Susanna, Íñigo y él, no era válido querer manipular la opinión con semejante test.
"Es indecente lo que se está haciendo", dijo.
Quien no tardó en replicarle fue la misma Susanna, al recordarle como se manejaban las cosas con la política y el periodismo. Y lo hizo este 6 de marzo en pleno programa, admitió estar al tanto de lo mucho que a Iglesias le había molestado tal entrevista, sin embargo, ni siquiera eso era excusa para dejar de decir las cosas como eran. Porque en su muy acertada opinión, las preguntas siguen siendo preguntas y las luchas de poder, siguen siendo luchas de poder, así como los periodistas son simples mensajeros.
"No nos mate por contar las cosas", le espeta ella directamente a Pablo Iglesias, "si le disgusta como son, cámbielas".
Faltará ver si el podemita se atreve a replicar ante tal argumento, pero si hay algo que no podemos negar, es que en el fondo Susanna ha hablado con razón.