El gran lío del mundo del colorín de lo que llevamos de año ya está en marcha y promete dar muchas, pero que muchas horas de televisión en los próximos meses. Después de pasar por dependencias policiales y judiciales tras ser detenido por un presunto caso de malos tratos a su ex novia, Diego Matamoros se encuentras de esta guisa en estos momentos.

En cuanto al capítulo físico, el hijo de Kiko Matamoros asegura encontrarse bien. Después de una fase aguda de nervios, con la que habría sido esposado por parte de la policía y que le habría acompañado hasta las dependencias policiales, todo se ha ido calmando y cada vez, según su propia versión, está más convencido de que todo se acabará solucionando a su favor en el juicio que tiene pendiente.

En el capítulo anímico, si bien este no se ha pronunciado, gente de su entorno sí parece haber deslizado que Diego no pasaría por su mejor momento, dándole la vuelta a lo sucedido y a las posibles consecuencias a las que se enfrenta, tanto en el plano público y personal en su vida del día a día en la calle, como obviamente en el judicial, donde la cosa, aseguran algunos, no pinta nada bien.

Y es que en el capítulo judicial, ayer se ampliaba la denuncia por parte de su ex novia y madre de sus hijos, tal y como argumentaba Mila Ximénez en Sálvame, con un nuevo parte de lesiones que no podría sino complicar aún más el asunto de la denuncia por supuesta agresión machista del colaborador televisivo.

En este asunto, y para prevenir males mayores, tras la primera 'vistilla rápida' Diego habría recibido ya la orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 500 metros a la que fuera su pareja, así como entablar ningún tipo de conversación con ella, según el Juzgado de Pozuelo de Alarcón, donde se está llevando la causa.

En cuanto a la otra parte, personas cercanas a la víctima recuerdan que las idas y venidas de ambos, a pesar de haber roto su relación hace un tiempo, así como que esta hubiera rehecho su vida dando un portazo a su reconciliación con Diego, aseguran, podrían haber sido el detonante de esta presunta agresión.