Uno de los realities más famosos de Telecinco supo que Aída Nízar era la figura que le faltaba para completar el circo que se monta en la casa de Guadalix. Al comienzo de su estancia, ya vimos que Aída Nízar era un personaje muy grande con gran peso en la casa, lo tenía todo. Era problemática, borde, liante e incluso bipolar. Esto siguió a más, tanto que pudo convencer a Alejandro Abad para que se uniera a su clan de soledad, despecho y película de miedo. Y la casa no tardó en nominarla y una semana más tarde, contra todo pronóstico, ha salido de la casa de Guadalix de la Sierra.

No sin antes ver los vídeos que la organización del programa le puso junto a Irma.

Ambas en actitudes poco amistosas, ni siquiera se dirigieron la palabra. Finalmente, Irma Soriano se hizo con la victoria y volvió a la casa junto al resto de sus compañeros, que lo celebraron. Aída, mientras tanto, se quedó perpleja mientras todo el plató aplaudía su expulsión. Sin embargo, el numerito vino cuando llegó a plató. Se fundió en un abrazo con su madre y entre lágrimas le decía: "Madre, ¿por qué no me quieren?". Estaba muy afectada por su expulsión, tanto que incluso preguntó a la audiencia el motivo de la expulsión. Entre lágrimas decía: "¿por qué señor, por qué?

Parece ser que no dio sus frutos el rosario que enrolló en sus manos durante la expulsión.

Finalmente, admitió quién fue la mano derecha de Rajoy que había intentado casarse con ella. Al parecer, Fernández Maíllo le pidió la mano a su madre, pero se excusaron con el motivo de que su hija se encontraba terminando los estudios. Qué estupidez, ¿no? Esperemos que Aída encuentre un maromo pronto. Ya sabemos de qué estilo le encantan, si son del Partido Popular mejor que mejor.

Así comparten ideales. En fin, suerte en la búsqueda del amor, porque amistades no parece que tengas muchas. Eso sí, Alejandro Abad se mantiene fiel hasta el momento, veremos a ver cuánto tarda en desprestigiar a su íntima amiga.

Gracias lectores por estar aquí un día más.