Desde que entrara repescada en la gala del pasado jueves, Aída Nízar no ha dejado de dar juego en la casa de GHVIP5. Lo cierto es que la entrada de la vallisoletana en el encierro ha hecho revivir de nuevo la chispa y los chascarrillos dentro de Guadalix. A pesar de ser una mujer controvertida y detonante de muchas discusiones, Aída está mostrando en su reaparición en el programa algunos momentos de su lado más divertido.
Tanto es así que la mujer que habla con Dios y que adora su vida se ha entregado en cuerpo y alma al reality y ha enseñado el trasero a los telespectadores del programa 24 horas.
Durante una charla de alto contenido sexual de algunos habitantes, Marco hizo alusión a lo que él denominó "el beso trompeta". A excepción de Emma, pocos parecían conocer en qué consistía el beso al que aludía el italiano. Aída, muy interesada en la conversación, pidió que le explicaran qué era el famoso "beso trompeta". Alyson le puso una botella en la boca y le acercó la cabeza, a lo que, imaginando el significado de aquello, Aída reaccionó apartando la botella y alegando el asco que le daba imaginarse la escena.
No contentos con este ejemplo, Elettra y Marco insistieron en que Aída representase el beso en todo su esplendor y la pusieron con la boca hacia la botella y con el trasero en pompa. No sabemos con qué porcentaje de descuido y de intencionalidad, pero el caso es que Elettra le subió la falda a Aída. La colaboradora, no muy dada a llevar ropa interior o a llevarla muy discreta, se quedó literalmente con el culo al aire ante las risas de todos y el estupor de Marco. Aída Nízar no sólo no se enfadó con la broma de Elettra, sino que se rió de sí misma como la que más y bromeó con el tema de su trasero al descubierto.
Tras este incidente, la recién repescada decidió devolverle la jugarreta a la italiana y escondió una chaqueta de Elettra, aunque en esta ocasión la jugarreta ha traído otras consecuencias, pues provocó varios malentendidos entre Elettra, Daniela y la propia Aída.