No hay fan de Gran Hermano que no haya soñado alguna vez en adentrarse en la casa de Guadalix de la Sierra, sino como concursante, al menos, como visitante por alguno de los pasillos y entresijos de una casa construida expresamente para que todos los rincones de la misma puedan ser pinchados en vídeo y audio en directo para ser vistos por toda España durante el encierro de un grupo de personas que antes de entrar nunca habían convivido juntas.

Pues bien, como no os podemos conseguir un pase de entrada a la mítica casa de la sierra madrileña, vamos a contaros 'cómo se hace' el programa y cómo se dispone de todo el material técnico y humano para que los tele espectadores de Gran Hermano no pierdan detalle de nada de lo que sucede en GH o GH VIP a través de las emisiones del canal 24 horas.

Hasta diez departamentos distintos son los que componen una casa en la que se disponen de dos habitaciones dormitorio grandes, un salón con cocina abierta, un baño, una despensa, un jardín, el confesionario, una sala de pruebas, un apartado para 'El Súper 'y otro para el equipo de producción. Además de que en cada edición estos se puedan ver alterados y aumentados en función de las necesidades.

Cada uno de los habitáculos en los que se mueven los inquilinos de la casa están rodeados de pasillos con cristales tintados con cámaras con raíles que detrás tienen un operario. Todas menos el baño. Además de estas, son otros tantas las que se encuentran situadas en la casa y a las que se dirigen los concursantes.

Lo mismo sucede en 'El Confesionario'. En total, nada más y nada menos que 60 cámaras grabando durante 24 horas sin parar a lo largo de tres meses.

Cada una de ellas tiene un nombre y un número. Este va determinado por el lugar de nacimiento del operario de cámara y un número por el que se comunican vía interna en producción para que todo quede perfectamente para la emisión en vivo.

Por ejemplo, cuando desde la sala de realización se habla de "Mallorca 3" este ya sabe quién es y qué debe grabar.

En total, cada día se citan allí, como mínimo, el Súper, dos personas de coordinación, el equipo de realización, la persona encargada de la dirección y una decena de cámaras. Los días de las galas, aseguran, la cosa se multiplica y es imposible moverse por los pasillos de la casa. Sin duda, una experiencia fascinante para un programa que también lo sigue siendo.