Después de cinco días, de los siete totales, dejando que la audiencia del programa se posicione en relación a la tercera ronda de nominaciones que desembocarán en la tercera expulsión el próximo jueves 2 de febrero, es el momento de ver cómo están las filias y las fobias con los que son los cuatro concursantes colocados en la picota de esta semana: Alejandro Abad, Alyson, Alonso Caparros e Irma Soriano.

Suele ocurrir que, cuando son cuatro los participantes de Gran Hermano que están en el disparadero, pronto, dos de ellos empiezan a separarse sin opciones de llegar a salir de la casa de Guadalix de la Sierra y dos de ellos se enfrentan en un cara a cara que los mantiene en porcentajes de lo más parejos hasta el momento decisivo en el que se cierran las votaciones para que un notario dé fe del registro de llamadas y mensajes entrantes en favor de unos y de otros.

Pues bien, en esta ocasión todo parece haber seguido por la misma senda y, en estos momento, de las cuatro barritas que los espectadores ya conocen, las dos más bajas corresponderían, en el caso de la más pequeña, y por lo tanto menos votada, a Alyson Eckmann, siendo la presentadora una de las salvadas de facto.

Algo que también sucedería con el productor musical Alejandro Abad, quien su rostro es el que estaría detrás de la otra mínima barra, también por debajo del diez por ciento como la de Aly, dejándole fuera de la lucha por la expulsión, según los datos oficiales que maneja Telecinco en su encuesta.

Así pues, la cosa quedaría en manos de dos veteranos de la televisión venidos a menos en los últimos tiempos como son Alonso Caparrós, a quien la audiencia sigue queriendo ver fuera por apenas un puñado de votos, e Irma Soriano, quien a pesar de haber tratado de pasar desapercibida no ha acabado de congeniar con el público del reality, hasta el punto de estar aglutinando un buen grupo de detractores que la quieren fuera de la lucha por la victoria cuanto antes. Todavía queda mucho tiempo para desnivelar la balanza.