Telecinco sigue con su tendencia cotidiana de fabricar "monstruos despeña-carreras", y cuando hablo de carreras me refiero a sus respectivos trabajos o como se llame lo que hagan. La última en incorporarse al selecto grupo al que me refiero, copado por los protagonistas de 'Mujeres y hombres y viceversa', ha sido Ana Rosa Quintana.

En su programa, la presentadora soltó algún que otro comentario inapropiado en directo, eso sí, con el micrófono abierto por supuesto porque no creo que nadie se suicide en directo de tal manera, salvo que seas Mariló y te apellides Montero.

La noticia tiene relación con lo sucedido hace algunos días en Murcia, cuando una joven cercana a la ideología nazi fue agredida a las puertas de un bar de la localidad por un grupo de extrema izquierda. La noticia fue comentada en el programa y se reprodujo un vídeo informativo de dicho acontecimiento y al dar paso al vídeo la presentadora dijo lo siguiente: "Me parece bien que le hayan partida la cara".

¿La reacción ante esto? Explosión nuclear, o nucelar como diria Homer J. Simpson, de las redes sociales típicas. Twitter ardía como si no hubiera un mañana y los comentarios eran cada vez más feroces contra Ana Rosa Quintana. Durante el programa ella se mostró siempre en actitud contraria a cualquier tipo de violencia, ya sea física o verbal, y por ello queda reflejado una vez más la hipcoresía de la humanidad.

Lo políticamente correcto se sirve de estatus, salarios y buena presencia, la ideología de cada persona es una cruz a cuestas... todos somos penitentes, algunos más que otros. Me posiciono en contra de la violencia, por supuesto, pero poniéndome en la piel de la presentadora de 'AR', la comprendo y se que no se puede tener ese tropiezo en Televisión.

Ante el alubión de críticas Ana Rosa ha salido a la palestra para defenderse: "No recuerdo en qué contexto lo dije, pero en ningún momento me refiero a la 'chica de Murcia'. Si la gente quiere que hable de Murcia, pues hablo de ello. Teníamos un debate sobre las bandas callejeras que se pegan entre ellos, y eso no me parece bien". Estas fueron sus palabras de salvamento.