No dirá mucho a las generaciones actuales, más liberadas y que pueden hacer lo que quieran, pero en su momento, Paloma Chamorro, que nos ha dejado este domingo a los 68 años, fue alguien importante para romper moldes en un tiempo en el que todavía se arrastraban los fantasmas del franquismo, reacio a cambiar sus costumbres.

La TVE de los primeros años de Gobierno de Felipe González quiso romper, con feroz oposición de los conservadores, con aquellos tics puritanos a través de varios programas rompedores en su estilo.

En lo infantil, lo hizo “La bola de cristal”, presentada por un icono de la Movida madrileña, Alaska, que pese al toque iconoclasta y arriesgado, encantó a la gente. En lo musical, TVE quiso ir más allá de lo que aportó “Aplauso” y estrenó “Tocata”, donde se incluyó Música de actualidad de un modo desenfadado, con sus presentadoras y sus looks nada ñoños, muy de las chicas liberadas de la época, como Almodóvar las sacaba en sus primeros filmes.

Pero un programa destacaría junto a ellos, y se emitiría semanalmente en TVE-2: “La edad de oro”. Ahí, nuestra protagonista tomaría parte. En él tomaron parte cantantes que no cabían en los programas mencionados antes, por su estilo demasiado osado e iconoclasta para el público de entonces.

Desde vídeos de Lou Reed hasta actuaciones de Kaka de Luxe. Incluso Almodóvar y McNamara, grupo musical del cineasta, tomó parte en el mismo.

Se emitió entre 1983 y 1985. Una de sus obligaciones para cada cantante era cantar en directo, sin playback, algo que Paloma Chamorro detestaba, desde que vio a The Ramones, grupo favorito suyo, cantar así en “Aplauso”. Pero los que salían eran grupos lejos de la moral conservadora. Unos encajaban bien con lo que se hace ahora, otros ya no encajarían.

No se libró de enormes polémicas, que podríamos pensar dentro de lo que ya hemos dicho: José María Calviño, entonces Director General de TVE, llamaba cada dos por tres a Chamorro a su despacho para quejarse por el contenido de casi todos los programas.

Incluso sufrió una querella por ataques al catolicismo por que un día se veía un crucifijo con cabeza de cerdo. Este incidente hizo mucho daño al programa, con el que aumentó la presión contra él, y Chamorro, por cansancio (fue procesada y todo, cuya querella la puso el mismo abogado que en su día se querelló contra Els Joglars por una obra de sátira religiosa), decidió que acababa después de su emisión nº 55, el 2 abril 1985, aunque luchó por sacar cantantes alternativos a las fórmulas de la radio de la época como “Los 40 Principales”.

Muchos expertos se preguntan si actualmente se podría emitir otro programa semejante. Para empezar, con la moda “Operación Triunfo”, que impone cantantes que son mezcla de gimnasio y anuncio de champú, con canciones inofensivas “para toda la familia”, sería imposible que arrasara.

Quizá se podría emitir en alguna TV alternativa, de barrio, pequeña, o en uno de esos canales televisivos de Internet.

No habíamos hablado del look de Paloma Chamorro en “La edad de oro”, muy adecuado a él: peinado rizado abundante, casi de peinado afro, tan rompedor como lo que proponía. Después del programa, se dedicó a otras emisiones, pero ya no del mismo éxito que “La edad…”. En 2008 se sacó un DVD recopilatorio con un resumen de las mejores emisiones del programa, aunque se hizo a espaldas de Chamorro.