El numerito del otro día en el último programa de La Sexta Noche, con el economista Juan Torres que, harto de escuchar los ataques, como siempre trufados de prepotencia, de Eduardo Inda contra él, que en vez de preguntarle sobre sus ideas sobre Economía se obsesionaba en convertirle en militante de Podemos, hace que cada día que pasa, el periodista navarro tenga más gente que querría verle fuera del programa.
Cuando La Sexta Noche empezó en 2013, con la cadena todavía independiente y no como ahora, parte del emporio Atresmedia, era Francisco Marhuenda quien cosechaba odios, con su defensa a ultranza del PP hasta en los casos más sórdidos.
Pero luego acabó convertido en un monje benedictino al lado de Eduardo Inda, cuando éste empezaba a cobrar protagonismo.
Lo curioso es que había otro contertulio, también lenguaraz, que un día traspasó la línea roja y fue expulsado del programa para siempre: Alfonso Rojo. Un día estaba la ahora alcaldesa Ada Colau como contertulia, y Rojo, tan machista como siempre, la tildó de gorda ante todo el país. Colau estuvo a punto de estallar. Poco después, intermedió en el programa. Este cronista estaba entre el público y vio a la directora del mismo, furiosa, pidiendo orden y abroncando a Iñaki López por no haber sabido evitar aquel incidente. Rojo, chulesco, se acercó a hablar con una espectadora, cerca de mí, diciendo: “Voy a hablar con el pueblo”.
Ella, por cierto, era de sus pocas fans en el plató.
Eduardo Inda no dice estas cosas, pero cada día se ha creado más antipatías, y más desde que dejó El Mundo para dirigir un diario online sensacionalista llamado OK Diario, con toda clase de artículos atacando a quien no piensa como él. Su lista de invitados al programa que no le aguantaban es larga.
El ex juez Silva estuvo a punto de hacer lo mismo que Torres. Llegó a estar furioso por los ataques continuos de Inda y, si hubiera sido un programa de la telebasura, aquello hubiera acabado en pelea. Yo veía a Silva a punto de estallar, como una olla a presión, pero como Ada Colau, supo aguantarse hasta el final de la entrevista.
Quien siga el programa cada semana, sabe que Inda va a más, que no tiene freno. Hace poco, una contertulia, Ana Pardo De Vera, dejó de ir por no verle más. Pocas veces le hemos visto educado con la persona entrevistada. Cuando vino Oriol Junqueras, como éste tuvo a su tercera hija, estaba cariñosete: “¡Enhorabuena, señor Junqueras, por el nacimiento de su hija Joana!”. Y sus preguntas fueron entonces más moderadas que de costumbre. Yo, hace más de un año que no voy como público a La Sexta Noche, por lo poco que ganamos los que vamos de público, prefiriendo ir de extra a series o películas, donde gano tres veces más. Pero veo que no me he perdido mucho durante mi ausencia.
Luego, que el programa que empezó crítico con el poder, como Atresmedia parece querer llevarse bien con todos, si trata temas catalanes, prefiero no verlo, pues sólo hablan de tópicos sobre el procés y apenas van periodistas catalanes que no sean unionistas.
Y si sale Elisa Beni, que no se calla una, parece que sólo la sacan para hablar a gritos. Un programa que supo acabar con la competencia, da pena ver cómo por personajillos como Inda van decayendo más y más. Para rematarlo, la plataforma Change.org tiene una petición de firmas para defenestrarlo del programa y lleva miles de ellas.