La pareja de la edición ha pasado unos días muy intensos. La discusión del viernes por la noche, en la que Adara le reprochó a Pol que pasaba demasiado tiempo con Miguel les pasó factura y llegamos incluso a temer que esta historia se hubiese acabado.

Adara le aseguró a Pol que Miguel y él no tenían “una amistad normal”, según su punto de vista. La azafata le confesó que no veía bien tanto abrazo y beso entre los dos —ya fueran dos hombres o un hombre y una mujer—, y Pol la llamó “posesiva”, sin comprender que aquello que a él le parecía una simple amistad le molestaba a Adara.

Esta fue una de las broncas de la noche, a la que más tarde se sumó Bea, que se metió para defender a Pol y terminó peleando con Adara.

Pero a pesar de todo, las aguas volvieron a su cauce y, pocas horas después de lo que había pasado en la fiesta, los dos se reconciliaron y volvieron a su rutina de mimos y besos. Fue el sábado cuando sucedió este pequeño accidente del que hablábamos en el titular, cuando el luchador “genéticamente perfecto” mostró más de sí de lo que hubiese deseado. Los dos estaban en la cama abrazados cuando, de repente, algo asomó por el pantalón de Pol, algo que indica lo mucho que había echado de menos a Adara durante las horas que habían pasado separados…

Aunque aquí he censurado la foto por la normativa de estapágina, podéis verla sin censura en Twitter (sin ir más lejos, en la misma cuenta de BlaBleBoom la retweeteamos anoche).

Parece que la relación de Pol y Adara va viento en popa, y seguramente pronto veremos el segundo edredoning de la edición, tras el primero que sucedió esta misma semana (no protagonizado por ellos). Las carpeteras de “Poldara” estarán muy contentas con el rumbo que va tomando esta historia de amor que ha nacido en la casa.

Aunque parte de la audiencia crea que esta relación es una farsa, lo cierto es que Pol y Adara están demostrando cada día que se importan el uno al otro. Veremos si llegan tan lejos como otras parejas que han prosperado juntas después de Gran Hermano.