Los médicos decidieron abrir el cráneo de una paciente en Nueva York para poder eliminar un tumor y descubrieron que, en realidad, lo que tenía era una tenia. Al descubrir el gusano, el equipo médico ha descartado que la paciente estuviera padeciendo un tumor cerebral. Este tipo de parásitos suelen instalarse en el cuerpo de la persona que suele comer carne muy poco hecha.
Los médicos estaban preparados para extirpar lo que creían que era un tumor cerebral
Rachel Palma, el nombre de la paciente, había ido al médico al sufrir parálisis en ciertas partes de su cuerpo e insomnio.
La Mujer, de 42 años de edad, incluso tenía serios problemas para hablar y para recordar simples palabras. Los médicos, tras realizarle una resonancia magnética, acabaron sopesando que tenía un tumor en el cerebro.
Cuando estaba en el quirófano y los médicos estaban preparados para eliminar el tumor, descubrieron que tenía un cuerpo que no esperaban: una tenia. Lo primero que descubrieron fue un elemento similar a una roca o a un huevo de codorniz. Tras esto, los cirujanos colocaron un microscopio en la zona que estaba afectada. Y, entonces, descubrieron el parásito que estaba incrustado en el cerebro de la mujer, según ha publicado Live Sciences.
Palma fue diagnosticada, de manera correcta, de neurocisticercosis, una enfermedad de origen parasitario que tiene lugar cuando una persona consume carne que ha sido poco hecha.
Las tenias, una vez dentro del cuerpo humano, pueden ir a cualquier parte del cuerpo, pero los gusanos prefieren la zona del cerebro.
La paciente neoyorquina sintió alivio al saber que no tenía un tumor
La forma en que la joven contrajo la enfermedad es un auténtico misterio. La mujer habría asegurado a los médicos que no había comido carne no bien cocinada ni había consumido carne en otro país.
Los médicos siguen investigando el caso para saber cómo llegó el parásito hasta el cerebro de la mujer. Este tipo de infecciones también pueden ser por no mantener una buena higiene en las manos.
Una vez los cirujanos fueron capaces de eliminar el quiste de origen parasitario, Palma no tuvo que seguir con el tratamiento de la enfermedad.
La neurocisticercosis es mucho más cotidiana en países subdesarrollados del continente africano o América del Sur que en el continente europeo o en América del Norte. Puede llegar a provocar enfermedades como son la epilepsia crónica, lesiones de tipo cerebral, convulsiones o en casos extremos ceguera.
Por esa razón, aunque fue una buena noticia para la mujer, el parásito podría haber provocado graves efectos en la salud de la mujer, en caso de que nunca se hubiera descubierto. La mujer ha confesado en una entrevista que se siente muy agradecida al equipo médico.