Cada vez hay más personas que se han aficionado a realizar actividad física, a dietas como son la paleo o que tienen como objetivo lograr más musculación. En estos casos, el consumo de proteínas se convierte en algo fundamental en la dieta. Pero ¿consumir una gran cantidad de proteínas, podría hacer daño a nuestra salud?
Los expertos en nutrición recomiendan que una persona adulta consuma unos 55 gramos de proteína cada día. Aunque esa cantidad de proteína va a depender, principalmente, de la masa del cuerpo, el género o la actividad física.
Pero, hay que recordar que el consumo de proteína proveniente del suero de leche a lo largo de un período largo de tiempo (se ha convertido en un alimento básico en los amantes del gimnasio) podría estar relacionado con mayores probabilidades de sufrir un problema renal.
También puede llevar a provocar daños cardiovasculares, desencadenar episodios de deshidratación o la sensación de cansancio/ fatiga.
La proteína es un alimento básico para los músculos
Es básico lograr las proteínas de origen natural, de manera directa, a través de nuestra alimentación. Hoy en día, no hay ninguna regulación sobre los productos comerciales de proteínas, no hay ningún tipo de obligación -desde un punto de vista normativo- de explicar las pautas nutricionales de los productos, ya que no son considerados alimentos, solo suplementos nutricionales.
La mayor parte de los batidos proteicos que nos podemos encontrar en el mercado tienen unos 20 gramos de proteínas por dosis. Por otro lado, los batidos que se conocen como “constructores de músculos” suelen tener unos 50 gramos de proteínas y, mínimo, 1.000 calorías por porción.
Esto puede provocar daños graves en los riñones, ya que tendrán que hacer un sobreesfuerzo.
El mundo del fitness sigue creciendo y sus peligros también
El mercado del mundo del “fitness” es una tendencia que cada día tiene más adeptos y se sigue expandiendo. Esto ha provocado un cambio en la forma de ver la vida, a favor de la vanidad, dando una gran importancia al físico, a la vanidad y en la búsqueda del cuerpo deseado en el menor tiempo posible.
Por esa razón, se apuesta por el uso de suplementos para conseguir ese objetivo, a pesar de que no existe una regulación sobre este tipo de productos.
Los objetivos saludables suelen desequilibrarse, ya que no hay suficientes expertos en nutrición en los centros deportivos, la falta de información y de educación nutricional por parte de muchos entrenadores.
Por no hablar que, en demasiadas ocasiones, los entrenadores o gimnasios ganan comisiones si venden este tipo de productos.
Modelos de fitness, por ejemplo, Charlayne Hart, están realizando campañas en contra de estos productos altos en proteínas, pues ellos mismos suelen padecer dolores de estómago, colitis o problemas de colon bloqueado.
En resumen, un consumo alto de proteínas no es una solución rápida ni sana para conseguir el cuerpo que se desea, todo lo contrario, podría provocar serios daños en la salud. Lo más recomendable es seguir una dieta equilibrada.