Se aproxima la temporada vacacional y con ella aparecen los inconvenientes típicos de la época. Uno de ellos, seguramente el más inoportuno, es el dilema entre la depilación íntima con cera o con maquinilla de afeitar. Es seguro, que a más de una le ha tocado cancelar una invitación a la piscina por no estar ‘presentable; entonces esta alternativa puede ser la solución. Sin embargo, existen una serie de mitos que buscaremos destruir, para que puedas considerar la depilación láser, como la clave y la salvación a más de un ‘problema’.

Mitos que giran en torno a esta técnica

¿Duele la depilación láser? Esta es una pregunta muy subjetiva, puesto que el umbral del dolor o la tolerancia al mismo varía, dependiendo del tipo de piel de cada persona. Otro factor a tener en cuenta es la zona a tratar, con base en esto, debemos indicar que sí duele, pese a ser un tratamiento de poco impacto, se puede percibir un leve ardor durante su aplicación.

¿Puedo tomar el sol antes de usar este método? No, aquellas personas que consideren someterse a una depilación láser deben abstenerse de tomar el sol de 4 a 5 semanas.

¿En las partes íntimas se puede aplicar este tratamiento?

La depilación puede aplicarse prácticamente en cualquier zona, desde las axilas, la cara hasta la ingle. Dependiendo de la zona expuesta, el período de recuperación varía, y de igual forma, es recomendable que la zona en la cual se realice el procedimiento, sea humectada con mayor intensidad.

¿La depilación láser elimina todos los vellos? Diversos estudios demuestran, que el uso de esta técnica erradica el vello, prácticamente en su totalidad, en la mayoría de los usuarios que someten a ella. El porcentaje de usuarios, que ameritan sesiones adicionales para terminar de limpiar el área sometida es muy bajo; adicional a esto, el vello que se desarrolla luego de la depilación, crece débil y más fino.

Ventajas del uso de esta técnica

Una de las ventajas más significativas que brinda el uso de la depilación láser, es el tiempo que tarda el vello en aparecer; por tratarse de una técnica, la cual ataca al pelo directamente desde la raíz, este tarda mucho más tiempo en crecer, que cuando se usa la cuchilla.

Otra ventaja, que es importante tener en cuenta es el ahorro, por tratarse de un tratamiento que se aplica con intervalos prolongados entre sesión y sesión, su inversión es mucho menor, a diferencia de tener que reemplazar las afeitadoras cada semana o mes, dependiendo del caso.