Quién siga de cerca el mundo de la salud puede sentir a veces que el desconcierto y la confusión están presentes, y es que seguirle el ritmo a los avances de la ciencia y a las noticias médicas es todo un desafío. A continuación uno de esos temas que genera controversia: el uso del chupete.

El chupete

Un chupete no es más que una especie de pezón o tetina fabricada de goma, silicona o plástico que se le da a los niños pequeños (lactantes) para que chupen, conocido en otros países como chupón, chupeta, tete, chupo o pipo. Existen infinidad de modelos y marcas comerciales, anatómicos, incluso muchos adaptados a las diferentes edades, pero todos con una misma finalidad, que el niño chupe.

Existen dos paradigmas opuestos acerca del uso del chupón o chupete, a continuación sus argumentos.

En contra

Los que están en contra se basan en que diversas investigaciones han demostrado que el uso de las tetinas artificiales interfiere con el buen desenvolvimiento de la lactancia materna.

Por otro lado su uso prolongado puede producir alteraciones en el proceso normal de la dentición, y del habla, además que pueden incrementar el riesgo de padecer de infecciones del oído.

Por otro lado muchos aseguran que en ocasiones el niño puede volverse de cierta forma dependiente del chupete.

A favor

Quizá quienes promueven el uso del chupete lo hacen basándose en que chupar o succionar produce placer y satisfacción a los Niños pequeños, por lo que se puede deducir que mientras están usando el chupete o chupón están disfrutando y son más felices.

De ahí que pueden dormir mejor y estar más relajados, y es usado para calmar el llanto por cólicos o algún otro de tipo de dolor, de allí que se dice que en los niños recién nacidos y lactantes, existe un tipo de succión que se llama succión no nutritiva, para lo cual el chupete puede ser recomendado.

Por otro lado, científicamente se dice que el uso del chupete disminuye el riesgo de sufrir de Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL).

¿Qué se recomienda?

Si bien cada bando tiene sus argumentos propios, el chupete no es bueno ni malo, como todo tiene sus beneficios y sus desventajas, el detalle está en saber usarlo.

Es claro que estudios científicos han demostrado que los bebes de madres bien comprometidas con el amamantamiento no muestran diferencias con la lactancia materna, utilicen o no el chupete, por lo que se recomienda que si hay necesidad de usar chupete, no se ofrezca al niño antes de los 15 días de nacido, esperando a que la lactancia materna esté bien establecida, incluso si es posible esperar al mes.

Por otro lado no ofrecérselo cada vez que llore haciéndolo algo insustituible, sino primero investigar y resolver la causa del llanto: hambre, sueño, pañal mojado, etc.

De igual manera se recomienda, no prolongar su uso más allá de los dos años, preferiblemente hasta los 12 meses, para evitar los problemas asociados a su uso prolongado.