Anteriormente se pensaba que la Diabetes II se hacía presente solo en los adultos, y que por otro lado los jóvenes y los Niños solo padecían de diabetes tipo I. Pero como consecuencia de los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo, se ha desarrollado un incremento en las cifras de los casos de sobrepeso y obesidad en los niños y jóvenes, lo cual trae como resultado que la diabetes tipo II también se haga presente en los niños y jóvenes.

¿Qué es la diabetes?

Un cuerpo sin diabetes transforma en energía la glucosa que se obtienen de los alimentos.

Esta energía se usa para realizar importantes acciones en el páncreas, este produce una hormona llamada insulina, la cual tiene como objetivo facilitar la asimilación metabólica.

En un cuerpo en el cual está presente la diabetes I, bien sea niño, adolescente o adulto, el páncreas deja de producir la hormona llamada insulina, teniendo así como resultado que los niveles de glucosa en sangre aumenten más que lo niveles normales. Cuando esto ocurre en necesario el tratamiento con insulina para mantener la glucosa dentro de los niveles normales.

Por el contrario cuando un niño padece de diabetes de tipo II, el páncreas si produce insulina, pero la misma no trabaja de manera correcta y debido a esto también aumentan los niveles de glucosa en sangre por encima de los valores normales.

Cuando no existe un control de la diabetes esta con mucha frecuencia eleva la glucosa en sangre y se mantiene ahí, con el pasar del tiempo esto dañaría los vasos sanguíneos, así como diversos órganos como los riñones los ojos y los nervios.

Síntomas

Los niños que padecen de algun tipo de diabetes (I o II) tienden a presentar diversos síntomas como son los siguientes:

  • Sed excesiva.
  • Micción excesiva.
  • Pérdida de peso rápida.
  • Debilidad y fatiga
  • Vómitos y nauseas.

Consecuencias y prevención

Es de gran importancia que si el niño ya padece de diabetes esta debe ser atendida a tiempo ya que de no ser así esta puede causar múltiples y graves complicaciones derrames cerebrales, perdida de la visión, Enfermedades pulmonares, hipertensión, y otras.

La diabetes de tipo I es hereditaria por lo cual no puede prevenirse. En cambio la diabetes de tipo II puede prevenirse mediante una alimentación balanceada adecuada, controlando el consumo de harinas y de dulces, así como asistir a control médico anualmente, incluir alguna actividad física en la rutina diaria.