Como sabemos, la orina está compuesta principalmente de agua, alrededor del 95 por ciento. Mientras que el cinco por ciento restante está representado por una mezcla de desechos orgánicos y sales inorgánicas. Además, la experiencia muestra que los resultados obtenidos en análisis de laboratorio complejos pueden revelar degradaciones inesperadas que afectan el bienestar de nuestro cuerpo. Sin embargo, e incluso antes de que se analice la orina, su color particular apenas escapa al abrumador ojo de la competencia médica. De hecho, al ver rápidamente una muestra posible, el experto podría tener en cuenta los diversos factores que pueden haber contribuido a establecer una cierta coloración.
Reflejo de nuestros hábitos
En general, la orina adquiere un tono amarillo particular debido a la urobilina, sustancia producida por la ruptura de los glóbulos rojos viejos. Pero dependiendo de nuestro estilo de vida y la agresividad de algunos factores externos, este color puede parecer más o menos intenso. En este sentido, algunas enfermedades particulares o la ingesta simple de ciertos alimentos y medicamentos pueden dar a la orina tonos grises, ámbar, azules e incluso verdes. Por ejemplo, una cierta turbidez y un color rojo indicaría posibles complicaciones renales o cardíacas. O, la mera consecuencia de haber ingerido la betanina clásica contenida en las remolachas inofensivas. Aquí hay más detalles sobre los distintos tonos.
No solo olor y consistencia
Como dijimos, el color de su orina está estrechamente relacionado tanto con el estilo de vida asumido como con cualquier enfermedad oculta. En este sentido, incluso el hígado merece la atención adecuada en el caso de que se encuentre un tono que tiende a marrón anaranjado. Y de manera particular si la orina está acompañada de heces claras.
Por otro lado, y aunque la presencia de colores verdes y azules puede indicar una sospecha de falta de calcio o infección bacteriana, incluso una liberación excesiva de espuma jugaría un papel muy importante. Finalmente, si la orina clara y transparente es sinónimo de demasiada hidratación, el amarillo oscuro o ámbar es exactamente lo contrario.
Según los expertos, el color ideal que caracteriza la buena salud es entre amarillo claro y amarillo pajizo. De igual forma si usted no logra interpretar la indiferencia de su orina, le recomendamos que valle a su doctor para que lo pueda diagnosticar