Su desarrollo está ceñido por una falla progresiva de las células cerebrales, y aun cuando muchos científicos no saben a qué causas atribuirle la responsabilidad de la aparición de esta enfermedad, existen factores genéticos y ambientales que, al cruzarse, dan cabida a una serie de acontecimientos que desencadenan el inicio.

¿Qué es?

Es una enfermedad netamente cerebral que afecta primordialmente nuestra memoria, carácter e incluso nuestro comportamiento. Es un tipo de demencia, una de las más comunes y su afección puede ser tan severa que puede perjudicar nuestra vida diaria.

Los principales síntomas es la confusión, desorientación y en casos más graves problemas con el habla y comportamiento. Algunos pacientes puedes tornarse agresivos debido a la misma enfermedad.

Recomendaciones

Aquí te damos unas cuantas claves para prevenir la enfermedad a través de hábitos saludables:

  • Omega-3 y antioxidantes:

Una dieta saludable debe contar con ácidos grasos esenciales poliinsaturados que el organismo humano no los puede fabricar, como el Omega-3, que se encuentran en alta proporción en el pescado azul, en las semillas de lino, la semilla de chía y las nueces; además de los antioxidantes, que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar Enfermedades como el alzheimer, que limita la calidad y expectativa de vida de gran parte de la población.

  • Ejercicio:

Los investigadores han comprobado que hacer ejercicios mejora las funciones sinápticas neuronales, el aprendizaje, la memoria, la función sensoriomotora y la ansiedad. Además, mejora la irrigación sanguínea de nuestras venas hacia el cerebro, lo que contribuye a prevenir la enfermedad.

  • Actividad mental:

Leer, resolver sudokus o crucigramas, estudiar, trabajar, aprender a tocar algún instrumento musical, y pintar, entre otros, permite mantener activo a un órgano tan complejo y centro del sistema nervioso humano como lo es el cerebro.

  • Gimnasia cerebral:

Debemos estimular el lado del cerebro que no se usa mediante ejercicios que activen las células que se encuentran dormidas, haciendo cosas que se salgan de la rutina como: mirar la hora en un espejo, usar el reloj en la mano contraria, colocarse de cabeza para ver fotos, bañarse o vestirse con los ojos cerrados, usar tanto la mano izquierda como la derecha para escribir, cepillarse, comer, peinarse o manejar el mouse; con esto se logra dominar tanto el hemisferio izquierdo, como el derecho del cerebro. Todo lo anterior potencia los sentidos, hace que se activen las células del cerebro y lo hacen funcionar en plenitud.