Una vez decidida a entrar en esos pantalones que te encantan pero ya no te quedan, no hay quien te detenga. Para llegar a esa talla deseada tendrás que bajar más de cinco kilos, por lo que a partir de ese momento te despides de la mayoría de los alimentos hasta conseguirlo. La dieta no dura más de dos semanas y claro, los pantalones te quedan bien hoy, pero quien sabe mañana. Las “turbodietas” demasiado estrictas y mal balanceadas, no solo alteran tus nervios, sino que pueden afectar la piel, haciéndola flácida y ocasionando estrías, y los huesos (por la falta repentina de calcio), eso sin mencionar el “rebote”, que es la recuperación de esos y un par de kilos más una vez terminada la dieta.

Si bien es cierto, una persona que no esté bajo supervisión médica no debe perder más de medio kilo a la semana, y aunque suele suceder en una dieta balanceada pierdes hasta dos kilos en las primeras dos semanas, esto no es tan significativo, ya que la mayor parte de ello es agua. Si deseas perder más de cinco kilos y realmente no quieres saber más de ellos, lo mejor es que consultes a un nutricionista de confianza.

Vence al enemigo

El aburrimiento es un enemigo peligroso cuando de conservar la línea se trata. Así que por ningún motivo te quedes en tu casa pensando en lo que no puedes comer. Mejor distrae tu mente haciendo ejercicio por lo menos una hora diaria. Si no te encanta la idea o tienes poco tiempo, puedes dividir esa hora en tres sesiones de 20 minutos cada una, a lo largo del día.

Recuerda siempre que el ejercicio es tu mejor aliado, además de mejorar la circulación y quemar grasa corporal, te ayudará a diferir de mejor manera los alimentos.

Perdona, pero no lo olvides

Permitirte un par de antojos de vez en cuando no tiene nada de malo. El problema surge cuando después de varios días de intentar cambiar tus hábitos alimenticios, y no conseguirlo sino hasta ahora, escuchas una vocecita inocente dentro de ti que dice: “un pastel diario no le hace daño a nadie”.

Cuando esto ocurra, en lugar de correr a la pastelería, recuerda que fue lo que te motivo a seguir una dieta, ya sea esos pantalones que no te quedaban, esa foto tuya que te traumatiza o las vacaciones que se aproximan enfundada en un bikini.

No olvides porque te metiste en esto, es la forma más fácil de conservar la fuerza de voluntad, que por cierto cada vez necesitaras menos, porque al ver los resultados, sustituirás con gusto unos alimentos por otros. En este sentido, las barras energéticas y bebidas deportivas son alimentos excelentes cuando tu ritmo de vida te impide hacer una comida al día o llevar una alimentación balanceada.