Investigadores de la Universidad de Berkeley han dado un gran paso adelante en el mundo de los anticonceptivos al crear un fármaco cuya base son dos plantas que han sido utilizadas en la medicina tradicional.

Sería el primero de una nueva generación de anticonceptivos de emergencia que reciben el nombre de "condones moleculares". Se podría utilizar tanto antes o después de mantener relaciones sexuales o como un anticonceptivo permanente que se emplea como anillo vaginal o parche.

Este nuevo anticonceptivo fue creado a partir de dos plantas medicinales que son capaces de bloquear la fecundación del óvulo y no provocan efectos secundarios, lo que sí sucede con algunos medicamentos anticonceptivos hormonales activos.

Según leemos en un comunicado enviado a los medios de comunicación por la Universidad de Berkeley (California, Estados Unidos) estos nuevos anticonceptivos se han realizado con la combinación de la Planta Tripterygium wilfordii, también conocida como "vid del dios del trueno" y diente de león, una planta que ya era utilizada como anticonceptivo natural por distintos pueblos indígenas, en muchos países del mundo.

La "vid del dios del trueno" ya era conocido en la medicina como remedio ante la artritis reumatoide. Además, el diente de león es conocido como agente anticancerígeno, pero no se conocían sus propiedades anticancerígenas. Gracias a otros dos componentes de origen vegetal se puede bloquear la fecundación, a muy baja concentración, lo que disminuye los efectos secundarios, lo que haría que estemos ante la aparición de una nueva generación de anticonceptivos de emergencia o podrían emplearse como anticonceptivos permanentes.

El secreto de esta nueva clase de anticonceptivos es que el compuesto vegetal no permite que el espermatozoide se active cuando intenta atravesar la membrana plasmática del óvulo, sin que se vea afectada la motilidad del resto del esperma ni del propio óvulo.

Por esa razón, se están llevando a cabo distintas pruebas para averiguar si estamos ante un conceptivo unisex.

Los espermatozoides necesitan entre cinco y seis horas de media, una vez se introducen en el sistema reproductor femenino, para fecundar. O sea, hay tiempo suficiente para que el fármaco pueda entrar en el sistema y bloquearlos, lo que impide el embarazo.

Como este nuevo medicamento es capaz de prevenir la fecundación, podría ser una gran alternativa ante la controvertida "píldora del día después", que impide que tenga lugar la implantación de un óvulo fecundado, pero, tiene muchos efectos secundarios en el sistema hormonal de la mujer, además que no puede ser consumida por personas con problemas del corazón, en el sistema circulatorio, etc.