Empezar el día con la energía suficiente para hacerle frente es una de nuestras primeras acciones más importante de la mañana. La mayoría de las personas no se toman el tiempo suficiente como para prepararse un desayuno completo, ni para tomarlo con calma, disfrutando de empezar bien el día.

No en vano el archiconocido consejo de “desayuna como un rey” está muy extendido. Si somos capaces de madrugar un poquito más y prepararnos un desayuno de súper reyes, los beneficios de hacerlo serán no sólo notables a lo largo de prácticamente todo el día, sino también a largo plazo para nuestra salud en general.

Realizar un desayuno equilibrado y completo, donde no falten ningún grupo de alimentos ni nutrientes, nos ayuda entre otras cosas a mantener nuestro peso ideal. Llegaremos a mediodía con mucho menos apetito que si no hubiéramos desayunado y por lo tanto comeremos menos cantidad de comida.

Ingredientes para todos los gustos

En los desayunos bien planteados, no debería faltarnos nunca: proteínas de alta calidad (jamón, huevos, pavo), fruta fresca (ya sea en zumo o entera), cereales integrales (pan, galletas, copos), aceite de oliva virgen, lácteos de origen vegetal y animal (leches vegetales, de cabra, queso), frutas y frutos secos (dátiles, pasas, frutas secas), poca cantidad de azúcar y en caso de haberla procurar que sea integral o utilizar los siropes (arce) y la miel, café natural de buena calidad (no sucedáneos) o bien cereales tostados como la achicoria que es alta en fibra, infusiones o té.

En sustitución del cacao siempre podemos elegir la nutritiva algarroba. También podremos sustituir la mermelada llena de azúcar por tomate natural para untar las tostadas. Deberíamos evitar: desayunos altos en harinas y azúcares refinados, excluyendo los bollos industrializados, las grasas saturadas y los zumos comerciales.

5 Desayunos energéticos, saludables y ricos en nutrientes

Desayuno 1: huevos revueltos, tostadas de pan integral con semillas y aceite de oliva virgen, café con leche de avena, bol pequeño de frutas frescas troceadas (kiwi, plátano, manzana y dátiles).

Desayuno 2: tostadas de pan de centeno con tomate y aceite de oliva, café con leche de soja, 2 lonchas de pavo, zumo natural de naranja.

Desayuno 3: muesli de frutas y frutos secos con copos de avena, café con leche de almendras, tortas de arroz con hummus y bol de fruta fresca (pera, manzana, kiwi).

Desayuno 4: tostadas de pan de cereales con loncha de jamón y aceite de oliva virgen, café de cereales, bol de fruta fresca (piña, coco, manzana).

Desayuno 5: sándwich vegetal con pan integral de pavo, queso y rúcula, café con leche de avena, muesli de frutas con copos de maíz.

Las opciones son innumerables y siempre puedes elegir los alimentos que sean más de tu gusto para planificar tus desayunos y asegurarte de que todos los nutrientes están presentes. Empezar el día con un buen desayuno puede significar la diferencia entre comenzar el día agotado y sin energía o procurarle al organismo todo lo que necesita para mantenerte en un excelente estado de salud.