A primera vista, tanto las abejas y las avispas, nos suelen resultar unos bichos muy desagradables, sobre todo si nos pican, pero si no estuvieran, a la raza humana solo le quedarían unos cuatro años más de vida. Al cabo de ese tiempo, todos los seres vivos morirían.
Por lo tanto, la función que tienen las abejas y las avispas en nuestro mundo, juega un papel esencial para la vida humana. Ellas son las encargadas de polinizar, y acaban con diversas plagas que podrían devastar todas las cosechas del mundo. Sin ellas, no habría hierba, los Animales morirían y como consecuencia, también moriría el ser humano.
No habría alimentos con los que sobrevivir.
Conocer las características de las abejas y de las avispas, nos permitirá diferenciarlas, ya que, si te encuentras con alguna de las dos, tienes más posibilidades de ser atacado por una, que por otra.
Las avispas pueden picar muchas veces en su vida, no dejan clavado su aguijón en tu piel. Por el contrario, las abejas, solo pueden picar una vez, ya que mueren cuando desprenden el aguijón que te clavan. Es por esta razón, que la picadura de la abeja es más dolorosa que la de la avispa.
Si te fijas bien en ambos insectos, comprobarás que aunque son parecidas, tienen partes mus distintas que las diferencian. Las avispas, son mucho más delgadas. Su cuerpo se estrecha por la cintura, como si tuvieran un corsé ajustadísimo.
(De ahí la expresión “cintura de avispa”). Su cuerpo es liso y como brillante. Las abejas por el contrario, son mucho más anchas y peludas, y además cuentan con una bolsa para guardar el polen en sus patas de atrás.
Si las ves volando, podrás distinguirlas porque las avispas, dejan las patas traseras estiradas. Las abejas no.
El aguijón de ambos insectos también son completamente distintos, aunque esto solo lo apreciarás si te pican. El pincho de la abeja tiene púas que se enganchan en la piel dejándolo dentro. El aguijón de la avispa es liso, lo que la permite picar una y otra vez.
Su alimentación es distinta, las abejas comen néctar, polen de flores y restos de basura.
Las avispas son carnívoras y se alimentan de otros insectos; moscas, grillos, orugas... Esta diferencia en su forma de alimentarse es clave para entender por qué pica cada uno.
Las abejas solo pican al hombre en caso de sentirse amenazadas. Cuando una abeja está en situación de peligro suelta una feromona que activa la alerta del resto de compañeras que atacarán en grupo. El humo, anula esta feromona.
Una avispa te puede picar porque crea que eres una amenaza real o no, si se pone nerviosa la avispa, por ejemplo, por simplemente agitar fuertemente los brazos delante de ella y estresarla, la avispa irá hacia a ti para atacarte. Se trata simplemente de un mecanismo de defensa, a diferencia de cuando pican a otros insectos, que lo hacen para comérselos.
Tanto las abejas, como las avispas, inyectan veneno cuando clavan el aguijón. Tu tolerancia a este, hará que tu cuerpo reaccione de una u otra manera.
En caso de picadura, lava la zona con jabón o desinfectante, para eliminar el veneno, aplica hielo si está hinchado, toma un analgésico y si notas que te está dando alergia, toma un antihistamínico.
Si te han picado varias, y el veneno te produce alergia, ve directamente al médico u hospital para que te pongan el tratamiento adecuado.