Si tienes los labios secos y agrietados aquí tienes la solución. No existe la necesidad de comprar costosos labiales, puedes hacer el tuyo en casa de forma sencilla, asequible y rápida.
¿Qué es lo que necesitas? Una cucharadita de miel y otra de vaselina pura o perfumada y un pequeño frasco donde realizar la mezcla y, posteriormente, conservarla. Puedes utilizar un bastoncillo, por ejemplo, como herramienta para mezclar ambos componentes. Las medidas deben ser proporcionales, se recomienda usar más cantidad de vaselina que de miel, para que tu labial no sea demasiado líquido y evitar que se derrame al ser echado.
Cuando la emulsión resulte visiblemente homogénea estará lista para extender sobre tus labios. Los resultados son visibles desde la primera aplicación. Puedes permanecer con el labial diez minutos y después retirarlo con agua tibia. Sin embargo, puedes optar por dejarlo puesto, de esta forma penetrará mejor y tendrás un toque brillante en tu boca.
El poder nutritivo de la miel hidrata de forma natural y el activo de los azúcares que presenta elimina las células muertas. Además, la vaselina pura o perfumada resta la sensación viscosa de la miel y añade agentes hidratantes y un mayor cuerpo a la mezcla.
Cuando consigas tenerlos hidratados y sin grietas, debes pasar una vez a la semana el cepillo de dientes con movimientos circulares y suaves sobre ellos.
De este modo estarán exfoliados y se estimula la producción de colágeno en la zona, con lo que ganarás cierto volumen. Después, aplícate tu labial natural. Siempre has de hidratar bien la zona que has exfoliado, pues la piel queda expuesta y es mucho más sensible de lo habitual (esta ley se aplica para cualquier zona de tu cuerpo que vayas a exfoliar).
Anímate a poner en práctica este remedio, verás como deslumbras allá por dónde pases.
En definitiva, si apuestas por este truco de belleza casero, tu boca lucirá bonita, sana, jugosa y muy dulce pero, sobre todo, siempre optarás por quedarte "con la miel en los labios".