Ante la grave crisis migratoria que ha asolado el país en las últimas horas, el Ministerio del Interior ha aprobado de manera urgente la partida de 30 millones de euros que tenía presupuestada para colaborar con Marruecos en el control de las fronteras. Aunque en 2019 el Consejo de Ministros ya había aprobado 32 millones de euros para frenar la inmigración ilegal, Rabat comunicaba que había calculado que necesitaría 434 millones de euros anuales para cubrir los gastos del control de sus fronteras, entre los que se incluyen patrullaje, vigilancia marítima y aérea y dietas para las fuerzas de seguridad.

Un presupuesto polémico

La aprobación del presupuesto de 30 millones de euros ha sido polémica debido a la delicada situación económica que atraviesa España por lo que desde el Ministerio del Interior se clarificaba que dicha partida ya estaba presupuestada con anterioridad y que las subvenciones españolas para la cooperación policial se han consolidado en países como Senegal y Mauritania desde hace tiempo. Este tipo de partidas están destinadas a frenar la trata de personas, el tráfico de armas y cualquier otro crimen organizado.

Aunque este presupuesto triplica las ayudas destinadas a sus principales socios africanos para combatir la inmigración irregular, se pretende así recuperar la cooperación internacional para proyectos imprescindibles que de otra forma habrían quedado bloqueados, como las patrullas conjuntas, la vigilancia con cámaras de visión nocturna, el control marítimo del frente atlántico y organizar centros para quien busque asilo político y se pueda regular la inmigración legal.

La situación actual de la crisis migratoria

Tras una jornada entera en la que más de 6.000 inmigrantes cruzaban la frontera de Marruecos con Ceuta de manera irregular provocando que las fuerzas de seguridad ceutíes se vieran desbordadas y la situación en Ceuta descontrolada, el Ministro del Interior y el Presidente del Gobierno se desplazaban al núcleo de conflicto.

Horas después se comunicaba el visto bueno a estos presupuestos, habituales en el Ministerio aunque nunca tan en el punto de mira.

Los presupuestos parecen haber hecho efecto y es que Marruecos ya ha cerrado la frontera aunque se siguen produciendo repatriaciones y algunas personas migrantes que siguen reticentes a volver. Por otra parte, los ceutíes se quejan de la desprotección y se han reportado más de 200 llamadas de emergencia por peleas, robos y allanamientos en las últimas horas por lo que se dotaba de 200 agentes más entre Policía Nacional y Guardia Civil a la ciudad. El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha criticado al Gobierno por su "improvisada respuesta".