El estado de alarma en la Comunidad de Madrid ya está confirmado. Hoy, a las 12 h, el Consejo de Ministros lo ha decretado y se efectuará con las mismas condiciones que estaban en vigor. El presidente del Gobierno y la presidenta de la comunidad de Madrid han hablado por teléfono unos minutos antes de las 12 h, a poco de comenzar la reunión con el Consejo de Ministros. Incluso fuentes del Gobierno han afirmado que la reunión ya había empezado y continuaban con la conversación.
Isabel Díaz Ayuso ha tratado que el jefe Ejecutivo le diera más tiempo para llegar a un acuerdo conjunto; sin embargo, Pedro Sánchez se ha mostrado preocupado por la salud pública y ha sido taxativo con su decisión de cerrar la capital, además del resto de municipios madrileños, que cuentan con más de cien mil habitantes y superan los quinientos contagios.
El Consejo de Ministros ha sido presidido por la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien, antes de comenzar la reunión, se ha puesto en contacto con el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, y le ha trasladado que el Consejo de Ministros iba a ponerse en marcha e Isabel Díaz Ayuso aún no se había reunido con el presidente del Gobierno.
Esto ha sido una confusión por parte de Carmen Calvo, pues, según fuentes del Gobierno, antes citadas, el jefe Ejecutivo y la presidenta de la Comunidad de Madrid han mantenido una conversación sobre el estado de alarma de la capital española, poco antes de arrancar el Consejo de Ministros.
Las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros sobre el estado de alarma de Madrid
Pese a las peticiones de Isabel Díaz Ayuso para que el presidente del Gobierno le concediera más tiempo, Pedro Sánchez ha decidido seguir adelante con el estado de alarma en la Comunidad de Madrid, en el cual se ha aprobado que se restrinjan las salidas y entradas a la capital, pero se permite continuar trabajando, abriendo comercios y llevando a los niños a la escuela.
Estas medidas se efectuarán de inmediato. En cuanto ha acabado la reunión han sido enviadas al BOE para su publicación.
La Policía Nacional, por su parte, ya tenía preparados los dispositivos en todas las salidas de la capital, a la espera de que el Consejo de Ministros diera luz verde al cierre de Madrid.
Ayuso expone su versión de la reunión con Sánchez sobre el estado de alarma de Madrid
Según Ayuso, el presidente del Gobierno no ha querido llegar a un acuerdo para alcanzar una orden conjunta. Las opciones que el Gobierno le había ofrecido a la Comunidad de Madrid para garantizar que se obedecieran las medidas impuestas por el Ministerio de Sanidad han sido desaprobadas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, porque no permitían el derecho a la libre circulación de los habitantes.
Estas opciones eran tres. La primera que la Comunidad de Madrid restringiera los movimientos en la capital, al margen de lo que establece el artículo 3 de la Ley Orgánica 3/1986, del 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública.
La segunda que fuera la Comunidad de Madrid, quien solicitara al Gobierno el estado de alarma para que luego lo declarara como si ambos hubiesen estado de acuerdo. Y por último, que fuera el Gobierno quien declarase el estado de alarma, sin que la capital se lo solicitara con anterioridad.
Madrid denuncia que el Gobierno no tenía voluntad de alcanzar un acuerdo
De entre las tres alternativas, al final la que se ha llevado a cabo ha sido la tercera. Varias fuentes de la Comunidad de Madrid corroboran que la conversación telefónica entre Sánchez y Ayuso ha tenido lugar con el Consejo de Ministros ya empezado. Sin embargo, antes de zanjar dicha llamada, el estado de alarma ya había sido prácticamente declarado.
Lo que ha llevado a Madrid a pensar que el Gobierno no tenía ninguna intención de negociar, porque ya estaba decidido que la capital se cerrase.
También desde Moncloa aseguran que Pedro Sánchez le ha pedido a Isabel Díaz Ayuso que apoye la declaración del estado de alarma, pero esta se ha negado. Ojalá que el cierre de Madrid impida el avance de los contagios y el Gobierno no se vea obligado a decretar otro confinamiento, como el que vivió España desde marzo a junio.