El actual Ministro de Interior ha decidido proteger la residencia del vicepresidente, Pablo Iglesias (Podemos), con un total de cinco vehículos de la Guardia Civil y ha advertido a las personas que se desplazan hasta la misma para organizar caceroladas, en contra del actual Gobierno.

Varios manifestantes se han desplazado hasta la vivienda del líder de Podemos para mostrar su enfado

Las protestas con cacerolas en mano en contra del Gobierno liderado por Pedro Sánchez (PSOE) ya se ha desplazado a otros lugares, lejos de los barrios de “ricos” como son el Barrio de Salamanca o Chamartín.

Ahora, los manifestantes que están en contra de la gestión de la pandemia del coronavirus, por parte del actual Gobierno, se han desplazado a Galapagar para manifestar su descontento ante la vivienda de Pablo Iglesias, (vicepresidente del Gobierno) e Irene Montero, (ministra de Igualdad).

Los manifestantes se encontraron con cinco coches de la fuerza de la Guardia Civil para proteger la residencia de Pablo Iglesias

Este lunes 18 de mayo se desplegaron cinco vehículos de la Guardia Civil para proteger la vivienda de Pablo Iglesias y su familia, ante una nueva jornada de cacerolas frente a la casa del vicepresidente del Gobierno, líder igualmente de Podemos y centro de muchas de las críticas. Esta dotación ha sorprendido a los manifestantes, que no dudan en desplazarse hasta la sierra de Madrid para criticar duramente la gestión del coronavirus, por parte de la coalición PSOE-Unidas Podemos.

Podemos es duramente criticado por parte de la mayoría de los manifestantes por sus supuestas ideas comunistas

De esta manera, queda claro que las protestas contra el actual jefe del Ejecutivo no solo tienen lugar en el Barrio de Salamanca. También en un barrio obrero como Carabanchel y en otras ciudades madrileñas como son Alcobendas o Galapagar.

Aunque a lo largo de la semana, tendrán lugar este tipo de manifestaciones en ciudades como: Zaragoza, Valladolid, Toledo, Valencia, Santander, Córdoba, Pamplona, Logroño y Sevilla.

En cada lugar, las manifestaciones ocurren con diversa intensidad y con un número de congregados muy diferentes. Uno de los miembros del Gobierno más criticado es, casualmente, el propio líder de Podemos, al que se le culpabiliza de tomar decisiones que llevará al país a la ruina.

Según informa ABC, preocupa mucho que las manifestaciones puedan derivar en un auténtico desafío y ante esta situación inquieta la imagen de inacción por parte de las Fuerzas de Seguridad. Nadie está interesado en ofrecer la fotografía de un enfrentamiento en las calles y facilita el trabajo a aquellos que están buscando que la chispa de la crispación, aunque si llega a suceder se responderá con proporcionalidad y con mucha flexibilidad. Pero, si llega el caso, se actuará con bastante firmeza.

Algunas fuentes consultadas por parte del mencionado periódico han detectado un verdadero clima de polarización y de tensión política que no va a beneficiar, en ningún caso, a las Fuerzas de Seguridad, cuando el número de personas que están en las calles mostrando su malestar ante la gestión del Gobierno estarían aumentando.

Eso sí, nadie va a ser sancionado por estar en la calle con una cacerola en la mano o una bandera. Pero hay que recordar, que la crisis sanitaria sigue vigente y la policía tiene la obligación de hacer que las normas se cumplan.

Varios usuarios de las redes sociales han aprovechado estas manifestaciones para recordar lo que sucedía hace diez años cuando, en aquella época, eran políticos de derechas los que aguantaban los escraches de ciudadanos vinculados al 15-M hartos de la corrupción y la mala gestión por parte del bipartito PP-PSOE. En aquella época, varios miembros de Podemos como fue el propio Pablo Iglesias consideraban que la ciudadanía tenía derecho a manifestar su malestar.