En las últimas declaraciones dadas por Trapero, en calidad de testigo en el juicio del procés, ha admitido la tensión social que existió en Cataluña en el 2017, así como el malestar que existía entre los Mossos ante un Gobierno que estaba promoviendo una consulta que era considerada ilegal. Las declaraciones de Trapero generaron una gran expectativa en el Supremo y en los más afectados.

Trapero también declaró sentirse incómodo por la deriva política en que se estaba convirtiendo el procés, así como también haber trasladado los riegos en cuanto al orden público y la seguridad ciudadana a Puigdemont, en caso que la policía se hubiera enfrentado a quienes intentaban realizar su participación en el referéndum.

El exjefe de los Mossos deberá defenderse de las acusaciones sobre si diseñó un plan para el primero de octubre como si fuera una jornada electoral normal y no un dispositivo para evitar una votación.

Trapero durante sus declaraciones marcó distancia de su antiguo jefe político, a quien acusó no de haber actuado con responsabilidad. Asimismo, aclaro que, además, se sentía muy incómodo por la deriva en la que se encontraba el cuerpo, resaltando que había mucha confusión, ya que habían declaraciones que habían creado bastante malestar.

La actuación de los Mossos durante el referéndum

Según las declaraciones dadas por Trapero, los Mossos en ningún momento pensaron en romper la legalidad y la Constitución española, y que no apoyaban al proceso independentista ni con las declaraciones dadas por políticos.

Ante la pregunta realizada a Trapero, referente a que si después de una reunión efectuada entre la directiva de los Mossos y Puigdemont, se les había dado alguna pauta de cómo actuar, el ex jefe de los Mossos respondió que tan solo le habían dicho que cumplieran con su trabajo.

Puigdemont fue advertido que el 1-O se producirían problemas de orden público

Carles Puigdemont fue advertido que el primero de octubre se iba a presentar una gran tensión y que se estimaba que se iban a presentar problemas de orden público, todo avalado por los informes que habían recibido. También reveló que se les había pedido ser especialmente cuidadosos con el uso de la fuerza para el control del orden.

Una de las revelaciones de Trapero que más sorpresa causó en el Supremo, fue la de los planes para realizar la detención de Puigdemont y de todo el Gobierno tras la proclamación, ya que no se conocía que los Mossos hubieran llegado tan lejos en sus actuaciones.