El Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que se retirarán las concertinas de valla de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, por las zonas donde se han contabilizado más saltos de Migrantes, hasta ahora.
Se invertirá 850 millones de euros en renovación de instalaciones
El Gobierno invertirá un total de 850 millones de euros para renovar comisarías, prisiones, casas-cuartel y fronteras en un período de siete años. El Ministerio del Interior estudiará cuales son las zonas más vulnerables ante los saltos de la valla que marca la frontera de Ceuta y Melilla con el territorio marroquí, con el resto de África.
Lugar donde se producen más saltos por parte de los migrantes que buscan acceder a territorio español para poder eliminar las polémicas concertinas de las vallas.
El objetivo es reforzar estas zonas para hacerlas más seguras, pero no con métodos crueles. Además, se ha presentado el plan de mejora de infraestructuras en el que se invertirán 850 millones de euros para modernizar varios tipos de instalaciones: comisarías, cuarteles de la Guardia Civil, centros de internamiento de extranjeros (los polémicos CIEs) y cárceles, así como en territorio fronterizo entre Marruecos y las susodichas ciudades, Ceuta y Melilla.
Ceuta posee 8,7 kilómetros de valla, mientras que Melilla posee 10 kilómetros
Esta retirada parcial es el primer paso para lograr una seguridad con humanidad, un objetivo por parte del Ministerio de Interior desde que Grande-Marlaska recibió la cartera del ministerio el pasado mes de julio.
También se hará un cambio de modelo en los actuales ocho CIEs que hay en toda España y se construirá un nuevo centro en la ciudad de Algeciras.
Grande-Marlaska quiere adaptar estos Centros de Internamiento de Extranjeros para que respeten los valores humanitarios que son reconocidos por todos los organismos internacionales, ya que, basándose en informes de jueces y juezas de control o del Defensor del Pueblo, los actuales Centros de Internamiento no cumples las condiciones idóneas que rigen los Derechos Humanos.
El empleo de concertinas en esta frontera fue muy criticado ya que provocan graves consecuencias para los migrantes que intentan saltarlas: lesiones, cortes graves, amputación de extremidades e, incluso, pueden llegar a provocar la muerte. Se crearon durante la Primera Guerra Mundial y eran realizadas por los propios soldados.