La Generalitat de Cataluña y el Gobierno de Pedro Sánchez continúan por la senda del diálogo y los acuerdos pese a las arengas independentistas expresadas por el 'president' Torra en los últimos días. El ministro del Interior y el consejero catalán del ramo han participado este jueves en Barcelona en la Junta de Seguridad de la comunidad autónoma y, tras más de dos horas de reunión, han anunciado un compromiso para "garantizar un espacio público neutral”. Sin embargo, ni Fernando Grande-Marlaska ni Miquel Buch han querido concretar en la rueda de prensa posterior cómo se asegurará esa neutralidad ni qué pautas van a seguir los Mossos d'Esquadra para lograr que las calles no sean monopolizadas por los partidarios de los lazos amarillos.

Mientras Marlaska ha mostrado "preocupación" por la convivencia en Cataluña, Buch no considera "un problema grave de convivencia" las trifulcas e incluso agresiones que se producen en la vía pública entre los que ponen los lazos como símbolo para pedir la liberación de los políticos presos del independentismo y aquellos que los retiran. El 'conseller' atribuye esa tensión a "cierto partido político", en clara alusión a Ciudadanos.

Los Mossos trabajarán por los 'derechos y libertades' de todos, según Marlaska

El ministro del Interior sí ha querido dejar claro que el "compromiso" no pasa de ser un acuerdo genérico basado en la "lealtad" entre Gobierno y Generalitat y en su "confianza" en los Mossos, que trabajarán para que la ciudadanía pueda "ejercitar sus derechos y libertades", según el propio Marlaska.

"Confiamos en ellos", ha remachado Miquel Buch, que anima a "llamar a la policía" cuando haya algún problema con los lazos amarillos.

El Ejecutivo central diferencia entre espacio público y edificios institucionales, donde también se exhiben lazos y carteles a favor de los presos.

Sobre estos últimos, el ministro se ha referido a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que insta a su retirada y la ve como "un buen elemento" para lograr la neutralidad. Preguntado por la inminente llegada de varias centenas de agentes antidisturbios de la Policía Nacional a tierras catalanas con motivo de la Diada, Marlaska le resta importancia y asegura que su único fin es "ayudar" a los Mossos.

La policía autonómica, en el Centro de Inteligencia antiterrorista

En la Junta de Seguridad se han abordado además otros temas como la lucha contra la violencia de género o la reclamación de la Generalitat de 750 nuevos agentes de los Mossos en dos años. También se ha pactado que en 30 días se haga efectiva la incorporación de la policía catalana al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Un miembro del cuerpo autonómico trabajará permanentemente en este organismo de la inteligencia española que se encarga del análisis de toda la información relativa al terrorismo, el crimen organizado y grupos radicales violentos.

La anexión de los Mossos d'Esquadra al CITCO es una vieja reivindicación del Govern que ya fue acordada en julio de 2017 por los expresidentes Carles Puigdemont y Mariano Rajoy, aunque hasta hoy no se había concretado. En la actualidad, el centro, con sede en Madrid, está integrado por el CNI, la Policía Nacional, la Guardia Civil, Instituciones Penitenciarias y la Ertzaintza, que se incorporó hace un año.