Tras días de declaraciones y pocos gestos, la ejecutiva de Ciudadanos en Andalucía ha decidido romper el pacto que ha apuntalado el gobierno socialista de Susana Díaz durante esta legislatura.
Juan Marin, el presidente de Ciudadanos en Andalucía, propondrá la tarde del viernes al comité ejecutivo nacional de Cs que el partido rompa el pacto que permitió investir a Susana Díaz en las autonómicas de marzo de 2015. La ruptura de este acuerdo puede conllevar un adelanto electoral. Las elecciones andaluzas deberían producirse en marzo de 2019.
Marín espera que la ejecutiva nacional, presidida por Albert Rivera, de el visto bueno a la ruptura.
A las 18:00 horas comparecerán en el hotel Barceló de Málaga el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas junto con Juan Marín para informar sobre las conclusiones de la reunión.
Los motivos de la ruptura
En 2019 España votará en elecciones autonómicas, municipales y para el Parlamento Europeo. Ciudadanos ya ha empezado a hacer números y se ha dado cuenta de que no le beneficia un pacto de gobierno con la izquierda andaluza cuando quiere llevarse los votos del Partido Popular.
El partido naranja necesita diferenciarse de las formaciones a las que ha apoyado durante esta legislatura. En esta ocasión, esperan sacar más rédito político que cuando retiraron su apoyo al PP en el Congreso: Se hundieron en las encuestas y el PSOE de Pedro Sánchez pasó a ser la primera fuerza política.
El culebrón empezó el martes cuando Marín anunció que elevaría un informe a la ejecutiva nacional para avisar de los continuos incumplimientos del pacto de gobierno que estaba llevando a cabo el PSOE andaluz. Marín alegó "falta de voluntad" por parte de los socialistas para aplicar las medidas de regeneración democrática con las que se habían comprometido.
Algunas de ellas son la suspensión de los aforamientos o la reforma de la ley electoral andaluza.
Se pide la suspensión de los aforamientos
Ciudadanos pide la suspensión de los aforamientos mientras que en el Congreso de los Diputados tumba junto al PSOE y el PP comisiones de investigación contra la monarquía. Lo de la ley electoral es su eterno discurso para justificar que no ganen elecciones, con las reformas que proponen, tampoco las ganarían.
Según Marín, los socialistas andaluces, acorralados por el caso de los ERE, no quieren suspender los aforamientos. Se han cerrado en banda: "Nos han trasladado que no es no y que no están dispuestos a cumplir con estos acuerdos" ha afirmado el presidente de Cs Andalucía.
En definitiva, entre unos rojos que tienen miedo y otros naranjas que tienen sed, Andalucía se va a ver abocada a un adelanto electoral que tiene más gestualidad que efectividad, ya que al gobierno andaluz le quedaban 6 meses.