La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a ser reprobada este miércoles por su gestión al frente de seguridad y civismo de la ciudad condal. Colau no ha asistido a la comisión extraordinaria de Presidència que los grupos de la oposición forzaron tras la agresión de un grupo de manteros a un turista estadounidense en Plaça Catalunya.

La comisión extraordinaria no solo ha tratado sobre el caso concreto de la agresión de hace una semana, sino que se ha centrado en valorar la gestión del consistorio en materia de turismo, seguridad ciudadana y el fenómeno de los ''top manta'.

Todos los grupos menos Barcelona en Comú y la CUP han votado a favor de la reprobación

Todos los grupos han votado a favor de la reprobación de la alcaldesa como responsable de Seguridad menos Barcelona en Comú (el partido de Colau) y la CUP, que no han asistido a la comisión.

Según la oposición, esta medida es necesaria y se impulsa en beneficio de la ciudad, puesto que la situación actual es de desgobierno e inseguridad para los ciudadanos. A parte de la exigencia de cese de Colau como responsable de Seguridad, el texto del único punto del día también incluye la elección de un sustituto que cuente con el consenso de todos los grupos de la oposición.

También insta al gobierno municipal a cumplir las ordenanzas para combatir los manteros y también los narcopisos, un fenómeno en ascenso en barrios barceloneses como Raval o Ciutat Vella, que producen episodios de incivismo y violencia en las calles.

Reprobada por tercera vez en cuatro meses

Es la tercera vez que Colau es reprobada a manos de la oposición en menos de cuatro meses. La primera fue en abril a raíz de su gestión de los narcopisos y la segunda en julio, a causa de los recortes en inversiones previstas en lo que queda de mandato.

La comisión se ha desarrollado del mismo modo que en los últimos tiempos, la oposición criticando la gestión del gobierno diciendo que no están a la altura de su responsabilidad y el gobierno aludiendo que las crítican responden al ambiente de precampaña, con la vista en las próximas elecciones municipales de Barcelona, que son en mayo de 2019.

En ausencia de Colau y del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha sido Laia Ortiz, segunda teniende de alcalde y ahora alcalde accidental, que se ha enfrentado a la oposición. "Ustedes han hecho una alianza contra Barcelona, no buscan soluciones, buscan titulares" ha criticado Ortiz.

Los grupos que más críticos se han mostrado con su gestión han sido Raimon Blasi del PDeCAT que ha declarado que "Barcelona no necesita una salvadora ególatra" y ERC de la mano de Alfred Bosch que ha afirmado que "hay riesgo de que Barcelona se convierta en la narcocapital de Europa".