Carles Riera, diputado del Parlament por la CPU, amenazó a Torra con pedir su dimisión por el diálogo con el presidente Pedro Sánchez. Esta amenaza surge por el temor de que se pueda romper con lo que la ciudadanía construyó el 1-O al estar Torra pactando con el Gobierno español.
Riera comentó que desde el Gobierno español no se pretende conducir el diálogo a una defensa del derecho de la autodeterminación y por consiguiente Torra apostó por un diálogo autonómico, al que consideran no ir acorde con el deseo de los catalanes.
El diálogo con Pedro Sánchez
Debido a esto Riera comentó que desde el Gobierno del PSOE no se plantea otra cosa que no sea autonomía. Por esto desde la CPU se entiende que la única vía es unilateral. Por consiguiente si Torra lleva a Cataluña a un diálogo autonómico, ellos tendrán que actuar en consecuencia y sacarle la tarjeta roja al líder del Govern.
Riera recalcó que de esas conversaciones solo pueden estar satisfechos los que no defienden la autodeterminación, sin embargo, desde el PP y Ciudadanos se criticó abiertamente esta reunión.
Para la CPU, Cataluña se encuentra entre dos caminos, pueden seguir concretando esfuerzos a fin de materializar la república o conformarse con migajas autonómicas.
Para ellos seguir los dos caminos al mismo tiempo es inviable y es el momento de que Torra tome una decisión consecuente. No obstante, Riera afirmó que confía en la profunda convicción independentista y republicana de Torra y afirmó que este está dolido por las críticas de la CPU. Riera comentó que la época de los símbolos terminaron y que es el momento de materializa la república.
Piden desobedecer la decisión del Supremo
Otro de los temas que salió a la palestra fue sobre la decisión del Tribunal Supremo de suspender a cinco diputados del Parlament. Riera criticó la decisión y se mostró partidario a que no se obedezca ni se acate la suspensión, lo que implicaría que estos diputados sigan manteniendo sus funciones.
Para Riera la decisión del supremo es un ataque a la democracia desde las cúpulas políticas. A su parecer suspender a un diputado elegido por la ciudadanía es un acto descabellado, por consiguiente incita al parlamente a no acatar la sentencia.
Para Riera, existe un intento por ganar en los tribunales lo que no se consiguió en las urnas. Sin embargo, acotó que es una buena oportunidad para probar la voluntad de Torra y observar si apoya la voluntad del estado o no acatan la decisión. Lo cierto es que recalcó que debe de llegar un momento en que hay que decir basta a tantos atropellos por parte del Gobierno central.