El ya ex presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, no ha tenido mejor ocurrencia para despedirse de su cargo que celebrando una opípara comida en uno de los restaurantes más exclusivos de la capital de España. Ha tenido en lugar en uno de los templos de la gastronomía internacional como es Arahy y que es frecuentado por grandes empresario y una clientela con un elevado poder adquisitivo.

Todo ello, mientras en el Congreso de los Diputados se desarrollaba la sesión de tarde de la moción de censura a cargo de Pedro Sánchez. Hasta el punto de que muchos diputados populares no conocían en donde estaba su jefe, con un gran nerviosismo en sus filas.

Con rumores de que se había ido directamente al Palacio de la Moncloa a digerir su amplia derrota política. Pero no estaban en lo cierto, ya que estaba saboreando una amplia selección de la mejor gastronomía junto a algunos miembros de su partido del entorno más cercano.

Una suculenta comida para olvidar las penas

Realmente la propuesta culinaria era impecable ya que se abría con un salmorejo cremoso para pasar a continuación a degustar unas exquisitas anchoas de Santoña. Y nada mejor que para cerrar este homenaje lúdico que un buen solomillo de vaca gallega para recordar la gastronomía de su patria chica.

Aunque lo más llamativo de esta cita no estaba en los alimentos que se sirvieron en la mesa.

Sino por el contrario en los licores que amenizaron la sobremesa en donde, tanto Rajoy como sus pocos acompañantes, se bebieron dos botellas de whisky escocés. Quizás con el objetivo de olvidar las penas de tan aciaga jornada para los miembros del Partido Popular.

No en vano, el presidente de esta formación política no tenía que conducir ya que se montó en su coche sobre las diez de la noche.

Con un semblante claramente de abatimiento, mientras una sola señora de avanzada edad gritaba con mucho entusiasmo “presidente, presidente, presidente”.

Pablo Iglesias afeo la postura del presidente

Mientras se desarrollaba esta fiesta culnaria en pleno corazón de Madrid, los parlamentarios de todos los signos políticos debatían sobre uno de los momentos más complicados para la historia de España.

Hasta el punto de que la vice presidenta del gobierno, Soraya Saénz de Santamaría dejaba su bolso en el asiendo en el que debería estar sentado Mariano Rajoy.

Algo que aprovechó el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para reprocharlos durante su intervención a últimas horas de la tarde. En donde ya se había constatado que Mariano Rajoy ya había dejado de ser el presidente del gobierno español. Aunque lo estuviese festejando en un restaurante de alto standing.