Sin lugar a dudas la irrupción de Podemos y Ciudadanos dentro del panorama político español supuso un gran soplo de aire fresco no sólo ya para la política en sí, sino para toda la sociedad española.
El surgimiento de dichos partidos políticos podría ser estudio de debate en todas las tertulias televisivas y seguramente supondrían horas en donde los tertulianos debatirían sobre el auténtico origen de dichas formaciones. Aún así, todos los expertos coinciden en una cosa.
El principal motivo de dicho ascenso fue el desgaste los partidos mas tradicionales (PP y PSOE).
Desde el surgimiento de la democracia en España dichos partidos habían ido alternándose el poder sin encontrar un solo rival que pudiese hacerle frente a la hora de afrontar unas elecciones generales.
El ascenso de los nuevos partidos
Con Podemos (ahora Unidos podemos después de su alianza con Izquierda Unida) y Ciudadanos, la democracia entraba en un nuevo período en donde la supremacía ya no radicaba en tan solo dos partidos, sino que dicho monopolio ahora estaba repartido entre varias formaciones. Así pues, la época de los mandatos en solitario había tocado a su fin comenzando así una nueva era en donde los pactos y el diálogo se habían vuelto fundamentales a la hora de buscar y encontrar un gobierno de garantías.
Al principio nadie apostaba por ellos y no fue hasta que consiguieron la alcaldía de Madrid y Barcelona que comenzaron a tomar más en cuenta a las nuevas formaciones surgidas. Fue entonces cuando el mundo contempló que dichos partidos habían llegado para quedarse y que, por nada del mundo, iban a permitir desaparecer o dejar de ser importantes.
¿Quién no se acuerda de los continuos ataques que sufrió la nueva alcaldesa, Manuela Carmena, por parte de la ex-presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre?
Hasta se llegó a decir que usarían Madrid como trampolín para que los radicales alcanzasen el poder. En el momento en el que Carmena alcanzó el poder también se llegó a decir que quería implantar un sistema de soviets, un modelo característico de la ya extinta Unión Soviética.
Manuela Carmena reduce la deuda heredada
Es precisamente de Manuela Carmena de la que que salido una información que, sin tener lugar a dudas, no sentarán bien en algunos sectores. Ya dijo Pablo Iglesias que además de ganar tenían que demostrar que gobernaban bien y bueno, los datos están ahí: Manuela Carmena ha reducido en un 40% la deuda de Madrid que había heredado de Ana Botella y de Gallardón.
Cuando la alcaldesa accedió al poder en 2015 la deuda superaba los 5 millones y medio de euros. Actualmente dicha deuda se ha reducido hasta alcanzar los 3.424 millones. El objetivo que se ha declarado es claro: para el año 2030 la deuda debe de ser 0.