Con un coste de más de 63 millones de euros, solo en 2017, el Gobierno de Mariano Rajoy ordenó el despliegue de un contingente militar en la frontera entre Rusia y Letonia formado, nada menos, que por los famosos carros de combate Leopardo, siendo ésta la primera vez que las Fuerzas Armadas españolas los utilizan en una misión internacional.
También se han desplegado blindados Pizárro, una unidad de drones, transportes oruga acorazados, misiles anticarro Spike, morteros, vehículos de combate de zapadores y demás unidades de armamento de apoyo.
Es importante tener en cuenta que estas unidades no realizarán labores de patrulla, si no que, "estarán listas para intervenir" según las propias fuentes de Defensa.
Este despliegue estaría preparado para intervenir contra Rusia ya que desde que Crimea fue anexionada Letonia da por hecho una inminente invasión por parte del ejercito ruso.
La explicación, poco creíble, del Ejecutivo español es que solo está cumpliendo con las obligaciones que la OTAN le puede exigir teniendo en cuenta que España ha de relevar a Bélgica en el mando de esta misión.
Los motivos reales del despliegue
Pero la realidad, en éste momento, es que se trata de un despliegue voluntario debido a la intención de Mariano Rajoy de que España lidere las fuerzas internacionales en Letonia, con lo que el número de efectivos militares españoles en esta zona del mundo se vería pronto incrementado considerablemente.
La gravedad de ésta situación estriba en que, en este momento, España es el segundo país de la Alianza Atlántica con mayor presencia en la frontera de Letonia con Rusia y que en esta misión solo participan la mitad de los estados miembros de la OTAN.
Lo que hace pensar que, detrás de este despliegue desproporcionado de fuerzas militares, precisamente en Letonia, existe alguna intención oculta por parte del Partido Popular.
Esta hipótesis cobraría fuerza si tenemos en cuenta que el despliegue se produjo hace 10 meses y que será el próximo día 24 de enero cuando Cospedal comparecerá ante la Comisión de Defensa para facilitar los primeros detalles de la misión.
Cataluña, Letonia y el pago de un silencio
En 2013 Letonia informó que éste país era partidario de dar validez a los resultados del referéndum por la autodeterminación del pasado 1 de octubre en Cataluña.
Según el José Manuel García-Margallo, ex ministro de Exteriores y presidente de la comisión mixta Congreso-Senado de Seguridad Nacional el despliegue de tropas españolas en la frontera de Letonia con Rusia correspondería a una "contrapartida a cambio del apoyo de Letonia al Gobierno español en defensa de la Constitución y la unidad de España.
Por ese motivo no es de extrañar que, a pesar de que el despliegue militar cuestionado ahora, y que se llevó a cabo en Marzo de 2017, no haya trascendido mas allá de algunos miembros de la comisión de Seguridad Nacional.
El coste del silencio de Letonia, en cuanto a su apoyo al movimiento secesionista catalán ha sido, hasta el momento de 63,4 millones de euros, dato preocupante si tenemos en cuenta que no hay indicios por parte del ejecutivo español de abandonar su posición en Letonia.
Y, a estos elevados costes militares debemos añadir el incremento notable de la presencia militar española en Mali, la cual ha doblado sus efectivos en la zona con el consiguiente sobre coste que ello supone.
Y mientras tanto, en España, sigue arrasando la política de recortes sociales del PP, donde las partidas para sanidad y educación se colocan en el mínimo histórico según el Plan Presupuestario para 2018, y al parecer, sin desagradar a la mayoría oposición.