El artículo 155 de la Constitución Nacional no tiene una fecha de caducidad determinada. El objetivo de su aplicación era destituir el gobierno de Carles Puigdemont y permitir elecciones autonómicas. El 155 deja de aplicarse cuando la Comunidad catalana logre investir un nuevo president.
Pese a la pseudo independencia declarada y la falta de claridad en el último tramo del Procès, los representantes del bloque independentistas han manifestado que continuarán con este si asumen la presidencia.
Junts per Catalunya y ERC, se muestran a favor de una solución bilateral, es decir acordar un referéndum con el Estado para proclamar la República Catalana. Mientras tanto, los integrantes de la CUP, mucho más radicales están decidios a aplicar la vía unilateral. Sin el apoyo de esta fuerza política no logran mayoría absoluta en el Parlament, por lo que lograr un acuerdo entre los tres partidos es fundamental.
Una de las grandes incógnitas que presenta el panorama poselectoral se centra en quién será el presidente de la Generalitat y si podrá asumir el cargo. Todo hace prever que Carles Puigdemont sea quién reciba los honores nuevamente, pero su exilio en Bruselas hace imposible que lo pueda ejercer.