El diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián ha vuelto a sembrar la polémica en Twitter y es debido a que por motivo de las inminentes elecciones del 21 de diciembre, que ahora mismo se están celebrando. El político no ha tenido una mejor idea para "apoyar" entre comillas a su partido que poner un tuit en el qué apoyase indirectamente a Esquerra Republicana, un día en el que en teoría no se podría hacer campaña electoral. En su cuenta de Twitter citaba una frase de la carta que Oriol Junqueras mandó al gobierno hace unos días. En ella resaltaba la frase siguiente: que hoy había estado 2 horas con sus hijos y que probablemente no los iba a ver hasta qué pasase un mes, sí esto no les daba vergüenza a los catalanes, que siguieran votando carceleros y que si por el contrario les daba que votasen dignidad.

Fuentes como Periodista Digital se burlan del político de Esquerra, asegurando que como Community Manager no tendría mucho futuro, ya que viendo la reacción que sus tweets provocan en la gente poner a su cargo la comunicación en redes sociales de una empresa sería una auténtica ruina.

Gabriel Rufián, diputado Esquerra Republicana parece disfrutar de toda la polémica que origina su paso por Twitter y sus publicaciones. Lo último que ha hecho ha sido enseñar abiertamente la carta de Oriol Junqueras con la que pretende crear sentimiento entre la población reflejando como Junqueras al estar preso no puede ver apenas a sus hijos.

Lluvia de críticas por una frase de una carta

Algo que al parecer el político pensaba que le iba a funcionar de cara a las elecciones del 21 de diciembre y que serviría para que la gente se arrepintiese y a votase a Esquerra Republicana, algo que al parecer no ha tenido demasiado éxito, ya que lo único que ha conseguido ha sido recibir zascas a diestro y siniestro por todas partes.

En su tweet en el que exhibía la carta de Oriol Junqueras y recalcaba la frase de que solamente podía ver a sus hijos 2 horas una vez al mes hubo muchos tuiteros que le llevaron la contraria.

Uno de ellos y le dijo que no estar de acuerdo con él no significaba ser un carcelero y lo acompañaba de un insulto que últimamente es muy llamativo llamativo para Gabriel Rufián: llorón.

Otro de ellos se lamentaba diciendo que aquellos a los que mataron los amigos de Rufián no iban a poder verlos nunca más ni en un mes, ni en dos, ni en la vida así que que no tuviera valor de venir diciendo ni quejándose de una situación que ellos mismos habían provocado y de la cual sabían las consecuencias.