El Tribunal de Justicia de Cataluña, en el día de hoy ha dictado sentencia por lo acontecido en una jornada de votación no vinculante del día 9 de noviembre de 2015, el ya famoso 9N. La cabeza visible de este acontecimiento catalán era el presidente Artur Mas, quien se hacía responsable de cualquier delito penal.
El gobierno central trató de boicotear de todas maneras esta consulta, que simplemente buscaba la opinión de los catalanes para saber si estarían de acuerdo en celebrar un referéndum, igual que sucedió con Escocia. El gobierno de Mariano Rajoy con el agua al cuello, recurrió a la Constitución para prohibir tal consulta.
Pero el gobierno catalán se saltó la orden del presidente español y celebró la consulta el 9 de noviembre. Entonces se encendió la maquinaria jurista, para castigar a los precursores de la desobediencia constitucional. El hasta esas horas president Artur Mas dio la cara y se hizo pleno responsable de esa consulta, así mismo también resultó enjuiciada la vicepresidenta Joana Ortega y la consellera de educación Irene Rigau.
Pues bien hoy se ha demostrado que aunque hayan culpabilizado a Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau, por un delito de desobediencia por incumplir la resolución dictado por el Tribunal Constitucional, ha quedado muy lejos de lo que solicitaba el fiscal del caso, Emilio Sánchez Ulled.
Artur Mas ha sido condenado a una pena de 2 años de inhabilitación de cargo público, cuando el Fiscal solicitaba 10 años ahí es nada y una multa total de 36.500 euros, a pagar en 100 euros diarios.
Joana Ortega por su parte, ha sido condenada a 1 año y nueve meses de inhabilitación especial y multa de 30000 euros. Y la ex-consellera de educación Irene Rigau, a 1 año y medio de inhabilitación especial y una multa de 24.000 euros.
A título personal voy a añadir que el caso que se está cociendo en Cataluña no se va a arreglar con llevar a políticos a los juzgados. Desde el Gobierno Central se está haciendo caso omiso a los que una parte del territorio está pidiendo a voces y nadie los escucha. Los tiempos de Franco se acabaron, la sociedad ha cambiado y solo con dar negativas no se solucionará nada.