A mediados del siglo XVIII, surgió en Europa un nuevo concepto político conocido como ‘’despotismo ilustrado’’. Este nuevo concepto fue promulgado por grandes intelectuales de la talla de Voltaire, Diderot, Montesquieu, Rousseau, entre otros. La intención era otorgar a la sociedad, de mayor libertad, difundir la educación y la cultura en toda la población, terminar con la opresión que por aquel entonces aplicaba la Iglesia y, sobre todo, abolir el sistema absolutista que reinaba en los distintos países europeos. En España, fue Carlos III (quizás el mejor Rey de nuestra historia), quién lideró una reforma estructural de nuestro país.

Pero con la llegada del nuevo siglo, ha llegado un nuevo elenco de brillantes intelectuales, tales como Pablo Iglesias, Monedero, Errejón, Cañamero y Ada Colau. Gracias a estos nuevos pensadores, que sin duda pasarán a la historia, hemos conocido un nuevo concepto político: el ‘’catetismo ilustrado’’.

El catetismo ilustrado, se caracteriza por estar liderado por auténticos analfabetos funcionales, cuya sabiduría está al mismo nivel que las horas cotizadas que suman entre todos a la Seguridad Social. Este nuevo movimiento político, el que hace homenajes a Hugo Chávez (Iglesias), nos habla de progreso y prosperidad. El que defiende que Leopoldo López esté en la cárcel (Errejón), nos habla de libertad.

El que tiene como ídolo al Che Guevara (Garzón), nos habla de los derechos de los homosexuales. El que cobró 425.000€ por un informe inexistente y no declaró el pago a Hacienda (Monedero), nos habla de corrupción. El hijo de un estafador (Espinar, reconvertido en especulador con pisos públicos), nos habla de casta. La novia de (Irene Montada, perdón, Montero), nos habla de puertas giratorias.

El defensor del régimen criminal castrista (El Kichi), nos habla de democracia. La hija de una familia de multimillonarios (Bescansa), nos habla de lo perverso que es ser rico. El que no ha trabajado nunca y se dedicaba a saquear supermercados (Cañamero), nos habla de trabajo digno.

Pero no están solos. Cuentan con el apoyo de la degeneración más preparada de nuestra historia, que haciendo gala de su mediocridad aplauden, como chimpancés de circo, todas y cada una de sus palabras.

A todo ello, no debemos olvidar que quién ose contradecir a los especialistas en opinar sobre cualquier tema, aunque su ignorancia sobre el asunto sea de notables dimensiones, será automáticamente tachado de fascista. No intente explicarles que el fascismo está mucho más próximo a sus postulados que cualquier otra ideología porque parafraseando al ilustrado Iglesias: ‘’se la traerá floja, se la sudará, se la traerá al fresco, se la pelará’’, ya que como dijo François de la Rochefoucauld: "Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance".

J.G.M