Otra vez una exposición, organizada por el Ayuntamiento de Ada Colau, provoca polémica por estar colocada en un lugar emblemático para el catalanismo. Si ya hubo lío con la estatua ecuestre de Franco ante el Mercat del Born, ahora ha pasado algo más propio de Buñuel.
Ayer sábado, el Fossar de les Moreres, lugar en donde ocurrieron muchos hechos en 1714 y donde muchos catalanes murieron por defender sus ideas, apareció con unos diez carritos de la compra de supermercado llenos de piedras. Alguien hizo fotos y corrieron por las Redes Sociales. Acto seguido, la gente lo encontró irrespetuoso y exigió que fueran retirados del lugar.
El Ayuntamiento, horas después, hizo caso y pidió perdón. Los artistas que idearon aquello no lo han digerido nada bien, y se sienten “censurados”. Según ellos, los carritos “simbolizan las personas sin techo”, que muchos vagabundos usan para llevar sus pocas pertenencias y que se ven en cualquier ciudad.
No se reubicarán en ningún otro lugar. Esta obra con los carritos se titula “Foc de llar” y quería representar “los núcleos familiares en un espacio físico que han dejado de existir”. Los propios carritos son “el triunfo del consumismo”. El propósito de sus autores era encender los carritos con fuego desde las siete de la tarde hasta la medianoche, “para simbolizar el fuego del hogar”.
Pero la equivocada elección de lugar se les ha vuelto en contra.
Todavía no hay muchas reacciones del Ayuntamiento, pero los que sienten el Fossar de les Moreres como un lugar sagrado para Cataluña lo han encajado como una afrenta y un insulto. Pilar Rahola, en su Twitter, dijo: “Ensuciar con paridas estrafalarias un santuario de la memoria y la resistencia es propia de gente indigna. Qué asco”.
En la Universidad de Barcelona, mientras, los artistas han encontrado apoyo de sus compañeros de la misma. Y Alberto Fernández Díaz, líder del PP catalán en el Ayuntamiento, ha criticado la retirada de los carritos.
Este cronista piensa que los carritos se podrían haber colocado en cualquier otro lugar, ya que el Fossar de les Moreres es un lugar que desde que se erigió como lugar emblemático del catalanismo, incluso los unionistas lo trataban con el debido respeto.
Y que el Ayuntamiento de Ada Colau se ha equivocado al permitir ubicarlos ahí. En esa zona, y a cuatro pasos, hay otros lugares bien visibles y anchos para colocarlos. Por lo tanto: han provocado otra polémica innecesaria, en un momento en que Barcelona y Cataluña pasan por un momento histórico importante, y aunque los catalanes apoyamos mucho el Arte de vanguardia y transgresor, esa fijación en instalarlo en lugares que son de gran valor sentimental para mucha gente son un error enorme.