Intereconomía es un medio que no mide en sus ataques. Es algo a lo que todos están acostumbrados. Fue el propio José Bono el que dijo que al único medio al que no asistiría sería a ese por sus reiteradas faltas del respeto, faltas de respeto que van más allá del ámbito político y que se introducen en la vida personal. Varios son los periodistas y tertulianos de esta cadena los que se ven envueltos en problemas judiciales por sus afirmaciones.
En la propia radio de intereconomía se asistió a como un general retirado retaba a duelo, de la forma más castiza, a Willy Toledo.
La noticia ocurrió hace un año casi, pero la censura y la paralización pública de noticias así han conllevado que sea conocida en estos tiempos. El periodista Eduardo García Serrano, comentarista del grupo Intereconomía accedió a un acto de conciliación para aclarar que no pretendía vincular a Javier Iglesias, padre de Pablo Iglesias, con los atentados del FRAP.
El comentarista de Intereconomía negó (en el acto de conciliación), que su artículo “Pablo Iglesias es un hijo del FRAP”, tuviera intención de vincular a Javier Iglesias como terrorista, en el mismo acto se comprometió a hacer pública esta declaración en la red social de Twitter.
Según nuestras fuentes esta acción está difusa, pues a día de hoy el periodista no cuenta con cuenta oficial en dicha red social.
Es cierto que ni padre ni hijo niegan u ocultan que Javier Iglesias perteneció al Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), así como lo afirmaba García Serrano en su polémico artículo. Es más en algún momento han mostrado enorgullecerse de esta parte de su vida y que llevo a la cárcel a Javier Iglesias en el años 1973.
García Serrano se declaró falangista en un programa de la misma cadena en el que era entrevistado por doce mujeres. Y es que este periodista ya se ha visto envuelto en varios acontecimientos polémicos.
El de más peso económico fue el que costó a la cadena donde trabaja unos veintiún mil euros como consecuencia de sus calificaciones a Marina Geli que era consejera de sanidad de la Generalitat de Catalunya.
A esta consejera se dirigió con los términos, “Guarra, Zorra o puerca”. No siendo suficiente se dirigía más adelante al escritor Antonio Gala con término como “maricona vieja”. En un ataque de valentía y de una superioridad intelectual se refería al fallecido dirigente socialista, Pedro Zerolo, en el término “maricón”.
Actitudes de esta magnitud son las que hacen que la credibilidad en algunos medios o periodistas se vean reducidos. El propio grupo ha visto como descendía su cobertura y como las deudas se acrecentaban. Son muchas las fuentes que señalan que la cantidad de denuncias interpuestas al medio han conllevado en alguna etapa un agujero negro sin fondo por donde se iba gran parte del presupuesto.