La mayoría lo dice claro: si esto es cierto, es un escándalo de dimensiones colosales. El periodista Ernesto Elkaizer ya avisó de que el Ministerio del Interior que encabeza Jorge Fernández Díazpodría estar detrás de una campaña de intoxicación dirigida por una célula secreta de la Policía, que actúa sin control alguno, y la cual se dedicaría a traficar con escándalos prefabricados, imputar sin pruebas claras a políticos, medios y demás personas comprometidas con el “procés” catalán.

Eldiario.es, dirigido por Ignacio Escolar, y el catalán Ara muestran nuevas pruebas que podrían confirmar lo que Elkaizer denuncia desde hace tiempo, y que podría deslegitimar su actuación, según él lista para actuar, para desactivar el independentismo de Catalunya.

Según esas pruebas, Eugenio Pino, mano derecha del Ministro, estaría detrás de la creación de la mencionada célula policial. Su método es filtrar toda clase de información comprometedora contra quienes apoyen al soberanismo en medios de comunicación, siempre los afines al PP y al Gobierno Rajoy, y también a la Policía o los Juzgados.

El pasado 22 de mayo, la Fiscalía Anticorrupción recibió un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía sobre actividades corruptas en una empresa de Oleguer Pujol. Se sospechó que dicho informe viniera de Asuntos Internos, por lo que se empezó a investigar.

Todo ello lleva a octubre de 2012, donde dos comisarios viajaron desde Madrid a Barcelona para convencer a los Fiscales Anticorrupción de que había que registrar cuanto antes la sede de Convergència por el Caso Palau.

Faltaban dos semanas para las elecciones catalanas de entonces. Los fiscales declinaron investigar por que veían poco sólidas las pruebas.

Y aún más: descubrieron que ninguno de los dos comisarios enviados tenían ninguna relación con la investigación del Caso Palau. Además, todos recuerdan los artículos de El Mundo publicados en aquellos días precisamente, que empezaron a destapar la corrupción conocida en Convergència que luego acabaría, años después, en lo que ya conocemos.

También se habla de la existencia de unos borradores enviados a redacciones de periódicos sobre toda clase de corruptelas de los Pujol, Mas y otros políticos importantes de Convergència. Pero lo que llamaba la atención del tono de los mismos es que hablara de que Jordi Pujoldependería de una bruja llamada Adelina, a la cual consultaba de todo…

Pero ya estaba la mecha encendida sobre las extrañas maneras o casualidades de este tipo de asuntos en medios, juzgados o la Policía.

También pasó con la información del mismo diario sobre las presuntas cuentas en Suiza de Xavier Trías, entonces alcalde de Barcelona, que él desmintió.

Y así muchas extrañas casualidades parecidas, como lo de la ex pareja de uno de los hijos de Pujol, que confesó de aquella rocambolesca manera las corruptelas de su ex, animada entusiásticamente por Jorge Moragas, uno de los hombres de confianza de Mariano Rajoy con un SMS que decía: “Si concedieras una entrevista y lo contaras todo, salvarías España”. Fuentes del Ministerio del Interior, provenientes de altos cargos del mismo, dicen que todo esto de la célula es cierto. El Ministro, por descontado, lo niega rotundamente.