Tercer día de ensayos donde, esta mañana, cuatro de los dieciséis países que componen la segunda semifinal del próximo jueves 11 de mayo han tomado su primera toma de contacto con el escenario de la M&S Arena de Liverpool, sede del festival de Eurovisión de este año.
Un pianista fantasma para Estonia
El primer país en subirse al escenario esta mañana ha sido Alika, representante de Estonia, que propone una balada que lleva por título 'Bridges' (Puentes). La delegación de Estonia ha decidido llevar la misma puesta en escena ofrecida en su preselección nacional, con el 'pianista fantasma' con las teclas que se tocan solas al principio de la pieza.
La potencia vocal de la artista arrolla toda la arena, que se ilumina todo de color azul y muestra, en las pantallas, unas imágenes acuáticas para dar una atmósfera más dramática a la canción.
El país báltico, ganador de la edición de Eurovisión en 2001, siendo el primer país del este europeo en ganar el certamen, intentará volver a la final tras haber conseguido la decimotercera posición con 'Hope', interpretado por Stefan.
Una puesta en escena llena de energía para Islandia
Tras la balada ofrecida por la representante estonia, llega el momento de la energía proporcionada por Islandia y su abanderada Diljá que ha traído a Liverpool un tema pop que lleva por título 'Power' (Poder). Ataviada con una chaqueta y unos pantalones plateados con una camiseta a juego con ellos.
En cuanto a la puesta en escena, no ha habido cambios importantes con respecto a lo que se pudo ver en su preselección nacional; la artista empieza la actuación sentada en el suelo acompañada por una plataforma giratoria. A medida que continúa la canción, Diljá se levanta y empieza a hacer unos movimientos gimnásticos, mientras unas imágenes florales pasan por las pantallas.
El país nórdico intentará luchar para conseguir un puesto en la final, tras haber alcanzado, el año pasado, la vigésima posición con la balada folk cantada en islandés 'Með hækkandi sól'.
Una réplica gigante de su cantante para Grecia
Grecia es el tercer país en pisar las tablas del M&S Arena con el representante más joven de esta edición de Eurovisión, Victor Vernicos, de tan solo 16 años, con la balada 'What they say' (Lo que dicen).
A pesar de su joven edad, el artista heleno ha dado muestras de seguridad en el escenario, como si fuera alguien que ha cantado toda la vida en estadios. La delegación griega ha llevado una puesta en escena toda centrada en su figura, donde una réplica gigante de Victor aparece en las pantallas.
El país mediterráneo, ganador del certamen en 2005, luchará para volver a la final, tras la octava posición del año pasado con la balada cantada por Amanda Georgiadi Tenfjord, 'Die Together'.
Polonia trae los trópicos a Eurovisión
La última en actuar esta mañana ha sido Blanka, representante de Polonia, que propone un tema pop con toques latinos, 'Solo'. La puesta en escena de la propuesta polaca está hecha con unas imágenes en las pantallas que evocan los países tropicales, mientras que, en el último estribillo, cae una lluvia de fuegos artificiales. Polonia intentará conseguir un pase para la ansiada final del sábado, después de haber quedado en la posición 12 en la pasada edición, con la balada 'River', interpretada por Ochman