Nick Kyrgios se ha convertido en una verdadera pesadilla para el tenista español, Rafa Nadal. Pocas veces un partido que se celebraba casi en el momento del amanecer había despertado tanto interés en un Grand Slam: Rafa Nadal, que ya ha ganado en dos ocasiones este Grand Slam, se enfrentaba a Nick Kyrgios, en la pista central de Wimbledon.
Kyrgios, una promesa del tenis con un comportamiento controvertido
Ya han pasado cinco años desde que el tenista australiano, que entonces tan solo tenía 19 años de edad, se diera a conocer a nivel mundial logrando llegar a cuartos de final del mencionado torneo celebrado en Inglaterra, después de tener como víctima al zurdo mallorquín.
Ambos son dos tenistas completamente diferentes en la manera de interpretar y de comprometerse en la pista.
Actualmente solo tiene cinco títulos, el más reciente obtenido en la ciudad de Acapulco, donde logró vencer a Rafa Nadal en octavos de final tras salvar tres puntos del susodicho partido. Kyrgios, hoy en día, en el puesto 43º de la clasificación mundial. El jugador posee unas cualidades incuestionables, pero según los expertos consideran que fue devorado por su propio personaje. El jugador de Camberra se caracteriza por ser muy improvisado en sus acciones y por una personalidad bastante irascible. Incluso, su forma de jugar se ve contaminada por su comportamiento autodestructivo.
Kyrgios es conocido por su antideportividad en los partidos que disputa
Nick Kyrgios es considerado un especialista en superficies muy rápidas y es más conocido por puntos oscuros que por tener un currículum intachable lleno de éxitos en el campo deportivo. A pesar de que ha realizado ruedas de prensa pidiendo perdón por su comportamiento y con ánimo de enmienda, finalmente, se ha mostrado incorregible.
Por ejemplo, en el último torneo de Queen´s acabó con una cuantía económica de multas superior a los 15.000 euros. Todo por su comportamiento antideportivo, durante la primera ronda, frente al tenista español Roberto Carballés, y por acusar de manipular el partido a los jueces de línea. Ese partido lo perdió ante el tenista Félix Auger Aliassime.
Incluso, en la última edición del Masters 1000 de la ciudad de Roma, el tenista australiano llegó a ser descalificado y tuvo que pagar una multa de aproximadamente 20.000 euros por lanzar una silla al medio de la pista durante su partido frente Casper Ruud, durante la segunda ronda. En el partido anterior, ante Daniil Medvédev, llegó a ponerse en cuclillas para enseñarle el trasero a su contrincante. Sin duda, una personalidad muy complicada en un tenista que podría estar entre los 10 mejores del ránking ATP.