Hoy en día, en España, se está viviendo un verdadero drama; inquilinos que son expulsados de sus barrios de toda la vida por culpa de la subida de los precios del alquiler. Solo en el pasado año 2018, en España, se han aumentado los desahucios por impago de los alquileres en un 4.5%.
Las tres comunidades donde más desahucios de inquilinos por impago del alquiler son Islas Baleares, Madrid y Barcelona. Desde el año 2013, los precios del alquiler han aumentado en un 50% cuando la ley fue modificada para permitir la flexibilización del mercado.
Los precios más altos están en Madrid, Baleares y Cataluña
Un caso de los más polémicos fue el de Pepi, en Lavapiés. Su nombre real era el de Josefa Santiago Salazar, de 65 años, y fue desalojada de su vivienda en alquiler en el tradicional barrio de Lavapiés. A pesar de que centenares de personas intentaron evitar su desahucio, al final, el pasado mes de febrero, tuvo que dejar la que había sido su vivienda durante más de dos décadas.
Su pesadilla se inició el pasado año 2015, cuando el fondo de inversión Proindivisos, logró adquirir el 33% de la propiedad del bloque en el que la mujer residía y decidió regular una situación de impagos y de viviendas ocupadas, según ha declarado la abogada que se encarga del caso de los propietarios del número once de la calle Argumosa.
De esta manera, se iniciaron una serie de desahucios y cuyo rastro se veía gracias a un descansillo lleno de puertas tapiadas. Pepi, residía en su vivienda junto a sus hijas, además de compartir bloque con varios familiares, pero decidió quedarse en el bloque y resistir ante una situación que veía injusta y, también, para poder quedarse en un barrio donde tenía fuertes lazos sociales y familiares.
Una de las activistas de la organización anti-desahucios “Bloques en Lucha”, Marisa Pérez, indica que hay muchos más desahucios de los que nos imaginamos. Por ejemplo, cuando un inquilino recibe una carta en la que le indican que su alquiler va a aumentar un 300%. En la mayor parte de los casos, prefieren irse en silencio ante la imposibilidad de pagar ese nuevo alquiler.
Pero las personas que deciden resistir son, en realidad, aquellas que no tienen donde ir.
Desde su desahucio, Pepi vive en una pensión que le paga el Ayuntamiento, mientras que busca solución a su caso y le busca una vivienda en su barrio de toda su vida. Pepi considera que su vida no puede seguir en una pensión, además se siente una indigente junto a su hija. Ambas malviven gracias a la pensión que ella
El caso de Argumosa número 11 es uno de los casos de desahucio más mediático, ya que, es el perfecto ejemplo de lo que ha sucedido por incumplir la LAU (Ley de Arrendamiento Urbano). Esta ley se ocupa de regular los alquileres de las viviendas y sufrió una modificación en el año 2013 bajo el mandato de Mariano Rajoy con la finalidad de flexibilizar y fomentar que las viviendas salieran en alquiler.
Los contratos de alquiler pasaban a tener un máximo de tres años de duración
Todo esto ha provocado que los precios del alquiler se hayan disparado, además de que no existe una regulación en el caso de la vivienda turística o que España se haya convertido en un entorno fiscal muy favorable para los fondos buitre, lo que ha provocado este tipo de situaciones.
El precio medio del alquiler en Españ es de 10.8 euros por metro cuadrado, lo que significa un 50% más que en junio del 2013, según el portal inmobiliario Idealista. El mayor número de desahucios ha tenido lugar en Cataluña (8.877 solo en el año 2018) y, después, Cataluña (durante el mismo período, 5.157).