Estas elecciones generales del 28-A han demostrado un cambio en los feudos electorales. El PSOE logra quedarse con territorios a costa de la caída del Partido Popular y la coalición encabezada por Pablo Iglesias, Unidas Podemos.

En las pasadas elecciones generales del año 2016, el mapa electoral acabó tiñéndose de azul y, tres años después, el mismo mapa se ha teñido de rojo.

El Partido Socialista ha logrado ganar en todas las comunidades autónomas, menos en el País Vasco y en Cataluña. Pero, en el País Vasco se ha convertido en la segunda fuerza política después de que el PP vasco se quedara sin escaños y aislado.

En el 2016, la victoria fue del PP

En Navarra también se vivió una excepción, ya que, la coalición entre el Partido Popular, Ciudadanos y UPN logró imponerse en votos aunque, finalmente, se queda con dos escaños (empata con el Partido Socialista, que le quita un diputado a la coalición de Pablo Iglesias). Este éxito ha sido considerado un ejemplo de lo que hubiera pasado a nivel nacional si, finalmente, hubiera existido un pacto entre el Partido Popular y Ciudadanos.

El Partido Popular solo consiguió cinco circunscripciones de las 52 que estaban en juego: Melilla, Lugo, Ourense, Salamanca y Ávila.

El Partido Socialista ha logrado quedarse con feudos que eran del Partido Popular históricamente hablando como son la Comunidad Valenciana, Castilla y León o La Rioja. En la Comunidad de Valencia, por ejemplo, la aparición del partido de ultraderecha, VOX, le ha quitado un escaño al Partido Popular.

Castilla-La Mancha se ha convertido en territorio de Ciudadanos que ha pasado de tener cero a cuatro escaños. También han pasado a ser territorio del Partido Socialista las dos Comunidades más importantes que, todavía, están bajo el poder del PP: Comunidad de Madrid y Galicia.

En Madrid, las elecciones autonómicas serán el próximo mes de mayo, por lo que se espera que estos resultados se repitan. En el caso de las gallegas, las autonómicas tendrán lugar el próximo año 2020, por lo que el equipo de Feijóo todavía tiene tiempo de buscar una solución.

Pablo Casado, durante la campaña electoral, ya había señalado que había una posibilidad real de fragmentar el voto de derechas por la estancia en la derecha de tres partidos como son VOX, Partido Popular y Ciudadanos. Este domingo se ha demostrado que tenía razón.

El Partido Socialista también logró el apoyo de lo que se conoce como la España vaciada, ya que logró ser el más votado de Asturias, Teruel, Soria o Cuenca. Pero, Ceuta dio la sorpresa al dejar de ser popular para dar su apoyo al Partido Socialista.

También Unidas Podemos ha visto como muchos de los escaños que ha perdido han ido al PSOE, ya que ha visto reducida su presencia en casi todas las provincias.

En el mejor de los casos, como ha sido en el caso de la Comunidad de Madrid o las Islas Canarias, han podido enviar a algún candidato al Parlamento. Pero, en las dos Castillas o en Cantabria, no tendrán presencia en el Congreso en los próximos cuatro años.

El mejor ejemplo de los cambios que han tenido lugar es Andalucía: la caída del Partido Popular, el mal provocado por la fragmentación de la derecha con la presencia de Ciudadanos y VOX y la victoria del socialismo ha provocado que esta autonomía haya vuelto a ser socialista cuando el pasado mes de diciembre el PP entraba en el gobierno con el apoyo de Ciudadanos y VOX. En Andalucía, la diferencia entre el PSOE y el PP ha sido de trece escaños, algo inimaginable hace unos meses cuando tuvo lugar el nombramiento de Juanma Moreno como presidente de la comunidad andaluza.