La presencia de Argentina en la Copa del Mundo de Rusia 2018 fue corta, pero muy ruidosa. A la suerte albiceleste se le habían agotado todas sus vidas en la agónica clasificación a octavos ante Nigeria por 2-1.

La derrota ante Croacia por 3 a 0, y el empate con sabor a derrota ante Islandia, desnudaron a un equipo lleno de carencias ofensivas y defensivas. A pesar de haber batallado dignamente ante una muy superior Francia, quien lo superó por 4-3, tuvo la chance de empatarlo en la última jugada. El equipo sudamericano no mostró una ímpetu de campeón, sino que fue puro corazón.

Se cierra el ciclo de la generación de Lionel Messi y Javier Mascherano

Esta era quedará en la historia, a pesar de no haber ganado ningún torneo oficial. Seguramente fue la última gran oportunidad de Messi de levantar la Copa del Mundo. En su cuarto mundial, Lionel Messi no solo que estuvo lejos de alcanzar su gran objetivo, sino que no estuvo a la altura del evento.

Este equipo argentino lidió con muchos inconvenientes en los últimos años; desde la muerte del histórico dirigente del Fútbol argentino, Julio Grondona, pasando por numerosos inconvenientes en las Copas de América y eliminatorias,donde se clasificó agónicamente en la última fecha.

Desde hace varios mundiales, (con la excepción del Subcampeonato mundial en Brasil 2014) la selección argentina se ha quedado entre cuartos y octavos, y primera ronda en 2002.

Quizás sea el momento de que el equipo argentino empiece una severa autocrítica para darse cuenta realmente dónde está parado. Porque en los últimos años perdió mucho de ese prestigio, quedándose casi siempre en una potencial promesa de campeón.

La selección argentina no obtiene ningún título desde la Copa América de 1993

En aquella oportunidad cuando venció en la final a México por 2-1, venía de ser campeona dos años antes en Chile.

Lo más cercano a un triunfo fue la medalla de oro olímpica en Pekín en el 2008, hace 10 años. Este generación argentina tuvo una infinidad de frustraciones, entre las cuales, tuvo el privilegio de jugar la última final del Mundial ante Alemania.

Lo peor de esta racha fueron las dos finales de la Copa América, ante Chile, durante dos años consecutivos, 2015 y 2016.

La frustración arrastró técnicos, y hasta llevó al mismo Lionel Messi a amagar con renunciar a la selección argentina durante algunos meses. Gracias a la gestión de Edgardo Bauza, volvió a la selección en las eliminatorias.

¿Arranca la era post Messi?

Es una buena pregunta que el tiempo se encargará de contestar.Tiene la urgencia de ganar un titulo para saciar el hambre de gloria que tan postergada viene desde hace 25 años. En la más emocionante Copa del Mundo donde los gigantes se van quedando en el camino, Argentina volvió hacer trizas la ilusión de todo un país.

Mientras, Jorge Sampaoli resiste y pide como sea un buen combinado. Quiere empezar de cero con un plantel nuevo.Una idea sería dejarlo hasta la Copa América de Brasil, porque hay una cláusula que dice que la salida tras el torneo continental sería menos costosa que los 20 millones de dólares vigentes en caso de despido.

La AFA no quiere saber nada de otras opciones ni nada, como la entidad encabezada por Claudio "Chiqui" Tapia, que siente que le dio todo lo que pidió al entrenador y espera un gesto por parte de Sampaoli, y renuncie. No hay nada seguro: ni Messi ni Sampaoli anunciaron nada. Se cierra una etapa en la selección Argentina, en la que supo tener momentos de brillo, pero que se cierra con un gusto a poco con esa sensación de una crónica de una muerte anunciada.