Fortnite, desde sus comienzos, ha sido catalogado como una copia de PUBG, Player Unknown’s Battlegrounds, pero con sus continuas mejoras ha sabido coronarse como el juego en apariencia preferido por los jugadores.

Su dinámica de juego, sus animaciones más cómicas -comparadas con la ambientación militar post-apocalíptica del PUBG, lo convierten en un juego al que puede jugar toda la familia -supongo-, y evitar así que tus familiares se vean envueltos en la nostalgia por el olor a napalm en la mañana y quieran hacer la guerra juntos.

¿Por qué triunfa Fortnite?

Fortnite triunfa porque las victorias son más complicadas. El elemento de la construcción evita que te disparen un tiro desde doscientos metros -mentira, te lo pegarán igual- y podrás esquivar mejor las balas mientras corres y construyes escaleras -mentira también, cuando lleves cuatro tramos de escaleras te pegarán un tiro al primer tramo y verás el suelo y las estrellas-, de manera que ¡qué alegría estar en casa, amo Robin!

¿Y por qué no triunfa PUBG?

Porque no tenía demasiado interés en seguir jugando por un pollo como victoria, o chicken dinner, y no hay mucho más que contar. Fortnite tiene el mismo modelo de juego, pero es más afable, y cuenta con mejoras semanales.

Eso ayuda.

PUBG hubiera podido llegar y calar más tiempo si no se hubiera empeñado en seguir con las mismas dinámicas de juego y su afán por ser un videojuego de temática militar. Fortnite es como PUBG en modo Battlefield, en uno de sus mejores momentos de realidad histórica -mentira también- como subir a un caballo con un lanzallamas disparando y su sinfín de piruetas y acrobacias con los jeeps.

Pero dejemos la saga Battlefield para cuando vayamos a hacer un juego de historia no tan real. Y la polémica con las mujeres que aparecen en el último Battlefield, ¿en serio creéis que no había mujeres luchando en la Segunda Guerra Mundial? Salid al mundo real, por favor.

¿En serio, este éxito es suficiente mérito?

Bueno, también está Ninja.

Los de mi quinta prefieren las canciones de Die Antwoord, que tiene a Ninja y a Yolandi, pero tú prefieres al youtuber Ninja y a Lolito Fernández, que también tienen su grupo de seguidores. Más bien, legión de seguidores, porque no hay nada más placentero para un jugador amateur de Fortnite que ver a alguien que juega mejor que tú y lo graba para que lo veas.

A menos que sea una competición de Fifa 2018 y te tengas que tragar la repetición del octavo gol que te acaba de marcar tu adversario online. ¿Qué por qué sé yo esto? Musito palabras incomprensibles como Ozores. Podemos llamar a un masajista para que suba el rendimiento a los jugadores, me dicen.

¿Un masajista? ¡No, hija, no!