Si hay algo más que comprobado en cualquier parte del mundo, es que basta con que se reúnan dos o más seres humanos para que comiencen a circular rumores. Esto, desde una perspectiva tan teórica, suena incluso simpático.

Pero desde una perspectiva más experimental, es el motivo por el que estás considerando desaparecer. Y no es para menos. El caso es que ya sea por un chisme, malentendido o alguna vergüenza, hay rumores sobre ti que están dejando tu Reputación por el suelo. Lo cual significa en términos más exactos que tus compañeros te hacen bromas pesadas, por las que nadie te habla o que de pronto aparecen recados poco inspiradores sobre ti.

O bien, algún chico ha dicho que se arrepiente de haberte invitado a salir alguna vez y hasta tus amigas se han alejado de ti sutilmente, por así decirlo. Lo peor de todo eso es que parece que no hay forma en que las cosas puedan mejorar. Bueno, una mala reputación si es una molestia. Pero no se trata de algo que sea irreparable, de hecho, tiene solución. Y aquí te van las medidas a seguir en un caso como el tuyo:

Chisme, malentendido, broma…

Para saber cómo atacar el problema, primero hay que ver dónde y cómo surgió todo este asunto de la mala fama. Así que antes que nada, es la hora de hacer una especie de investigación y rastrear todo el problema. Por lo general, esto de una mala reputación puede deberse a chismes, malentendidos o a una acción nuestra que no fue recibida del todo bien por los demás.

En el caso de los malentendidos, claro que lo primero que hay que hacer es aclarar las cosas hablando directamente.

En el caso de los chismes, por lo general es mejor ignorarlos y no darles tanta importancia, eso sí, siempre y cuando no te estén causando problemas como que te regañen tus padres o que tus amigos se molesten.

En cuanto a que tuviéramos algo que ver en eso de la mala fama… Bueno, hay que analizar qué es lo que está mal y tratar de corregirlo.

Así como analizar y verificar que fue lo que estuvo bien para defender nuestro punto de vista. En cualquier situación, lo que debes recordar es que una acción vale más que mil palabras.

¡Alerta!

El tener una mala reputación puede ser peligroso: si no eres consciente en realidad de cómo eres, puede haber un momento en que llegues a creer que lo que dicen de ti es cierto y que no vales la pena.

Dicho de otra forma, el que el mundo piense mal de ti cuando uno necesita sentirse aceptado es un golpe bajo a tu autoestima. Y si no abres los ojos y comienzas a darle más valor de lo que debes a lo que opinan de ti, pueden suceder dos cosas:

  • Comienzas a actuar “bien” para ganarte a los demás. En otras palabras, dejas de ser tu solo para que los demás te acepten.
  • Ya que opinan que eres “mala”, actúas como una persona mala. Si todos opinan que eres así, ¿Por qué llevarles la contraria?

Pero la opción y lo más importante es que sigas siendo tú misma y actuar de la forma que te conviene a ti.