Al momento de tener hijos las personas enseguida comienzan a proyectarse hacia el futuro y se imaginan a sus hijos obteniendo un título universitario, casándose y formando una familia. Ningún padre estimula a sus hijos para que sea homosexual, se supone que los hombres estén con mujeres y viceversa. Pero no en todos los casos ocurre de esa manera y hay padres que tienen que asumir las consecuencias de las decisiones de sus hijos más allá de sus sueños o expectativas.

Cómo enfrentar la decisión de los hijos

Si tu hijo te sorprende con la noticia de que es homosexual, lo primero que debes hacer es “nada”, esa es una situación delicada en la que los padres no deben tratar de convencer a los hijos para que hagan lo contrario y tampoco alentarlos a que se inclinen por esa tendencia sexual.

La homosexualidad es un tema muy delicado y nace a partir de una decisión personal del individuo en la que no cabe la opinión de un tercero. Como padres el papel que les corresponde es el de apoyar a los hijos pues pase lo que pase lo seguirán siendo para siempre.

Mantén una posición de respeto

Si es el caso en el que el padre o la madre reciba la noticia y no sea de su agrado la mejor recomendación es que no lo exteriorice y haga notar su negativa con el tema, hay múltiples familias actualmente divididas por estos casos en los que los padres rechazan la decisión de los hijos a favor de la homosexualidad y los excluyen de su familia. Este sin duda es un grave error porque la familia debe permanecer unida por encima de todo y en vez de ofensas y críticas los hijos necesitan comprensión y respeto.

Las parejas de los hijos pasaran pero la relación de padre e hijo permanecerá para siempre, ese vinculo hay que cuidarlo, cultivarlo y valorarlo. Como padres no permitan que un mal momento o desacuerdo les cueste la relación. Actualmente los homosexuales en el mundo viven el rechazo de la sociedad que los juzga por su decisión y eso es bastante difícil de sobrellevar.

La familia debe tratar de marcar la diferencia y no permitir que ese tipo de decisiones les afecte y acabe con la unión en el hogar.

La condición sexual de los hijos no los hace mejores o peores en relación a sus padres, en cambio la reacción de los padres por su preferencia sexual si marcara un precedente importante en base a que tan buenos o malos padres puedan ser. Nadie tiene derecho de juzgar al otro, en caso de no estar de acuerdo será necesario aplicar los principios del respeto para no fracturar el lazo emocional.